Confirmado el traslado de la final del playoff El recinto almendralejense tiene 3.500 butacas menos que el Romano, donde para las semifinales se permitía la entrada de hasta 2.500 espectadores (1.250 por club). Es cifra puede ser ahora menor.

Sobre la mesa hay una propuesta en estudio por la que Villanovense y Cacereño recibirían cada uno 800 entradas. Es decir, el aforo máximo serían 1.600, casi un 14%, un porcentaje inferior al del Romano, donde se podían ocupar hasta el 16,6% de los asientos.

Para las semifinales, ninguno de los cuatro clubs fue capaz de distribuir (sus socios no pagaban) o vender las entradas de las que disponían. 200 entregó el Extremadura B, 500 el Villanovense, 600 el Coria y 863 el Cacereño.

Con los datos de las semifinales, sería el equipo de Cáceres el único que no podría hacer frente a la demanda de sus seguidores si se mantiene la propuesta de dar 800 entradas a cada club. Al Villanovense le sobrarían, aunque lo lógico es que el interés por la final aumente la demanda, en ambos clubs, que tratan de que el número de aficionados que puedan acompañarles a Almendrelajo sea el mayor posible.

EL OXÍGENO DE LA AFICIÓN / «Nuestra afición nos ha dado oxígeno cuando lo hemos necesitado», reconocía Julio Cobos, entrenador del Cacereño. También agradeció el apoyo de los suyos un día antes el técnico serón, Javier Álvarez de los Mozos. Ambos preparadores felicitaron a los hinchas por su comportamiento «ejemplar», cumpliendo todas las medidas de seguridad exigidas por la organización, la Federación Extremeña, que ha recibido elogios de los cuatro clubs implicados en el playoff de ascenso.

Tras superar al Coria, Cobos ya pronosticó que la final contra el Villanovense va a ser «durísima». «Es otro gran equipo, confeccionado para esta arriba, ser primero, que en diciembre se reforzó muy bien, con jugadores de Segunda B que le han dado más empaque. Va a ser otra batalla enorme y tenemos que estar preparados».

Por eso será muy importante para el conjunto verde recuperar bien esta semana. La plantilla acabó físicamente muy desgastada el duelo ante el Coria. «Empezamos bien, pero el gol, en lugar de darnos calma y dejar que se desgastaran ellos, nos puso más nerviosos. Ellos tuvieron mucho balón y tuvimos que correr mucho», explicó el preparador de Valdehornillos, que se queda con el trabajo de los suyos, con su capacidad para saber sufrir. «En estas eliminatorias hay que saber atacar, lo hemos demostrado con el gol, y también defender. En el tramo final ellos tuvieron mucha gente arriba y los supimos defender bien».

En el Cacereño están ahora pendientes del portero Ángel Bernabé, que fue sustituido en el minuto 78. El guardameta se resintió de una lesión anterior en el hombro al lanzarse para detener un disparo de David López. «Ha tenido mala suerte», dijo Cobos.