Se disputa la octava etapa, una contrarreloj individual de 40,1 kilómetros de perfil completamente llano con salida y llegada en Almussafes donde los corredores podrán alcanzar una velocidad elevada, superior a los 50 por hora, siempre y cuando lo permita el viento. Los especialistas intentarán sacar tiempo a los escaladores en la víspera de la montaña.