La decimonovena etapa entre Avila y Collado Villalba, de 142 kilómetros, traerá nuevas complicaciones a los ya castigados supervivientes de la Vuelta, ya que se trata del clásico recorrido rompepiernas, con cuatro puertos de tercera categoría (Valdelavia, Robledondo, en dos ocasiones y San Lorenzo de El Escorial), uno de segunda (Santa María) y uno de primera (Abantos). Sin embargo, el último de ellos está muy lejos de la línea de meta y es más que probable que no haya grandes cambios y que la victoria se la lleve la clásica escapada de algún corredor sin aspiraciones en la general. Si no es así habrá esprint final en la meta de Collado Villalba.