El intercambio de goleadores más sonado de toda Europa no se puede dar aún por cerrado de forma oficial. Está más cerca de concretarse que ayer, pero no existe todavía acuerdo entre Samuel Eto´o y el Inter de Milán para culminar una operación que abriría las puertas del Camp Nou al delantero sueco Zlatan Ibrahimovic. Las piezas de este complicado y multimillonario rompecabezas se van ajustando poco a poco, pero no terminan de encajar del todo, como ansían los dos clubs. Eto´o, después de un par de reuniones de su agente, Josep Maria Mesalles, con los dirigentes del Inter, ha pedido más dinero --quiere cobrar 11 millones de euros por temporada más un bonus de un millón más-- y, de momento, no se lo han concedido. Eso hará que el culebrón se alargue unas cuantas horas más.

Lleva Mesalles dos días en Milán ultimando el mejor contrato que nunca ha firmado Eto´o en su carrera deportiva. El pacto con el Inter que le colocará como uno de los jugadores mejor pagados del mundo. Siendo tan compleja como es la operación, resulta lógico que los detalles finales sean los más costosos. De momento, no ha intervenido en la negociación Massimo Moratti, el presidente del Inter. Ni tampoco Eto´o. Solo entrarán en escena para rubricar los documentos que unirán al delantero con el club interista hasta el 2014. En eso no hay discrepancia. El aún jugador del Barça firmará por cinco temporadas, prácticamente el último gran contrato de su carrera.

LA PRIMA DE FICHAJE Ahí no existe problema alguno. Donde se han encallado, sin embargo, las negociaciones de Mesalles con Marco Branca, director técnico del Inter, Gabriele Oriali, asesor de mercado, y el abogado Rinaldo Ghelfi es en el salario del jugador. Pero esas diferencias se han ido recortando con el paso de las conversaciones que han mantenido ambas partes. En la noche del lunes, la diferencia era de tres millones de euros entre lo que pedía Eto´o (12 millones anuales) y lo que le daba el Inter (9).

Una simple multiplicación (3x5=15) revela que lo que se está discutiendo es la prima de fichaje que desea el delantero. Esa prima que negó Mesalles haber solicitado al Manchester City, mientras el Barcelona sostenía que era la clave para frenar el traspaso, además del escaso interés que tenía el futbolista en pilotar un proyecto deportivo, el del club inglés, que no le permitía disputar ninguna competición europea. Ni tan siquiera la Copa de la UEFA.

CON LOS BILLETES Con el Inter, en cambio, no hay ningún problema en lo deportivo (es el actual campeón de la Liga italiana y emerge como uno de los favoritos para la próxima Champions), pero sí en el plano económico. En la primera reunión, la diferencia era de tres millones por temporada. Ahora, sin embargo, las posturas se han acercado porque tan solo hay un millón que los separa (Eto´o pide 11 más un bonus, pero el Inter le da 10 más un bonus), por lo que el acuerdo se antoja cada vez más cercano. Cuando el delantero pacte su ficha con el club italiano, se moverán inmediatamente todas las piezas del dominó.

O sea, Hleb, que llegó ayer a Marlow (Inglaterra), podrá hacer las maletas para viajar urgentemente a Milán y sellar su cesión con el Inter durante un año. En otro lugar del mundo, concretamente en Pasadena (Los Angeles, Estados Unidos), Ibrahimovic se despedirá de sus compañeros del Inter para subirse a un avión con destino a Barcelona y concretar los términos de su acuerdo. Pero todo queda pendiente del acuerdo entre Eto´o y el Inter, el eslabón final de la cadena. Mesalles pide más salario y cuando obtenga el sí, todo quedará finalmente en su sitio. O sea, Mourinho, el técnico del Inter, tendrá a su nuevo goleador y Guardiola será feliz con Ibrahimovic.