La ocasión bien lo merecía. Plantilla, cuerpo técnico y aficionados del Extremadura se dieron un atracón de celebraciones tras el ascenso del equipo el pasado domingo. El regreso del club a Segunda B ha desatado la euforia en Almendralejo, que vuelve a respirar fútbol por todos sus rincones. Fueron muchos los hinchas que acompañaron durante toda la tarde noche a los jugadores en una madrugada para el recuerdo que finalizó casi entrado el amanecer en la Sala San Patrick's, donde se celebró también la consecución del campeonato liguero. Música, llantos, abrazos y una emoción desbordada que hizo soltar la adrenalina a todos, incluido al presidente del club, Manuel Franganillo, que se fundió en un abrazo eterno con su padre, su guardián de secretos.

Hubo abrazos de todo tipo. Otro que quedará para el recuerdo fue el de Juan Marrero con Pedro José nada más acabar el partido. Dos tipos que son uña y carne, pareja de confianza ciega que han vuelto a lograr otro ascenso como ya hicieran en Arroyo de la Luz. En el caso de Marrero, el segundo con el Extremadura a Segunda B, es decir, los dos únicos en la reciente historia azulgrana.

Pero hubo más. El abrazo de Javi Pérez con José Manuel, la pareja cordobesa que se ha ganado el cariño de la ciudad. El abrazo de Curro con el pueblo de Santa Amalia, cuyo ascenso evitaba también el descenso de los suyos a Preferente. El abrazo de Saavedra con su familia, que le ha ayudado a atravesar momentos muy duros esta temporada. O el de Cristo con Willy, dos genios que se entienden como nadie.

ADIOS TOMILLO La resaca deja también una noticia: la retirada del fútbol de Antonio Tomillo. Por la puerta grande. A sus 33 años, el gladiador de Pueblonuevo anunció tras el encuentro que lo dejaba: "lo tenía claro desde casi el pasado año, pero la eliminación ante el Arenas me dejó una mala sensación y decidí apostar otro año más. Me alegro de aquella decisión. Me voy de la mejor manera". Tomillo es un tipo de los que dicen hay que tener en un vestuario. Honesto, franco y directo. "Me gusta decir las cosas a la cara y eso, en ocasiones, no ha gustado, pero a la larga termina en relaciones de sinceridad. Así, por ejemplo, ha sido con gente como Manolo Franganillo o Juan Marrero, que han sabido confiar en mí".

Por su carácter temperamental y sinceridad infinita, Tomillo fue elegido capitán a inicios de año y con el brazalete ha guiado al Extremadura al ascenso a Segunda B marcándose dos partidos de playoff descomunales. "Estos partidos se juegan con la cabeza, más que con el físico". Con más de 150 partidos en Segunda División B y una temporada en Segunda, se echa a un lado para centrarse en otros proyectos profesionales. Dice que le apetece desconectar. Su carácter le hará triunfar. Seguro.