El Cacereño respira euforia en el final de temporada. Los ascensos consecutivos de su equipo juvenil a la División de Honor y del filial a Tercera División, tras una épica promoción ante el Imperio, han disparado la satisfacción en la sede del club. Y buena prueba de ello fue la celebración que tuvo lugar anoche, con representantes del consejo y de técnicos y jugadores en torno a una cena.

"Hemos podido con la adversidad y al final se ha conseguido el objetivo. Estoy muy satisfecho por lo que han hecho todos y a partir de ahí los ascensos nos pueden dar más calidad en nuestro trabajo de cantera". El director deportivo y entrenador de la primera plantilla, Ismael Díaz, valoró así ayer el doble logro.

Díaz recordó que "hay muy pocas ciudades" que puedan alardear de tener a un equipo en Segunda B, otro en Tercera División y otro en División de Honor de juveniles y que esta coyuntura debería ser valorada desde fuera del club en forma de ayudas "para llevar con dignidad el nombre de la ciudad", subrayó.

El club deberá afrontar ahora los gastos de desplazamiento de su equipo juvenil, "que serán más o menos iguales que los de Segunda B", recordó Díaz.

Mientras tanto, continúa la incógnita sobre la continuidad o no del técnico del equipo de Tercera, Félix Fernández. El propio Díaz apuntó ayer que no había hablado aún con él y que dependería, como en otros técnicos, de la disponibilidad para afrontar otras tareas dentro del club.