Lo venía diciendo Ramón Calderón desde hace tiempo. El presidente del Real Madrid se felicitaba por el hecho de que Bernd Schuster moviera los hilos de la mejor manera para construir un verdadero equipo mientras que el Barcelona se veía descolocado por sus dificultades para hacer primar los intereses del grupo por encima de los de sus magníficas individualidades. Un problema que el conjunto madridista acabó de enterrar la temporada pasada con el traspaso de Ronaldo.

Ganó el Madrid con todas las de la ley en el Camp Nou y su entrenador lo explicó como si hubiera llevado a cabo una tarea más o menos rutinaria. Primero dijo en rueda de prensa que se lo había pasado "muy bien" y luego, ya en la capital, vino a decir que la cosa fue bien sencilla porque sabía cómo desactivar al Barça.

LA REVELACION "Hace un año les vi perder en Japón en el Mundialito con un equipo brasileño. Hasta entonces había perdido todos los partidos que había jugado contra ellos. Vi entonces algo muy interesante. Cambié una cosa, acertamos y nos salió muy bien", afirmó en El Larguero , de la SER. La clave, explicó, fue "cerrar el centro del campo y obligarles a jugar por fuera; no podían entrar por el centro porque estábamos muy bien puestos allí. Los últimos tres partidos que he hecho con el Barça me han salido muy bien".

El entrenador del Madrid supo interpretar a la perfección lo que necesitaba hacer su equipo para llevarse el partido, pero, pese a los siete puntos de ventaja a falta de dos jornadas para completar la primera vuelta, prefiere no enterrar a nadie. Cree que lo mejor es centrarse en un trabajo que ha empezado a dar suculentos frutos mucho antes de lo que podía esperarse a la vista de las urgencias que marcaron la confección de la plantilla y de los titubeos iniciales del equipo.

"Por la solidez empieza todo. Tenemos que encontrar un estilo. Ha llegado mucha gente nueva y hay que buscar poco a poco continuidad y claridad en las ideas. Tenemos que aprender a defender mejor porque calidad nos sobra. Tenemos que ser un equipo pesado, difícil, además de explotar nuestra gran calidad", comentó Schuster, que en el viaje de vuelta a Madrid decidió dar una propina vacacional a la plantilla. En vez de regresar a los entrenamientos el día 30 por la tarde, la plantilla reanudará el trabajo el 31 por la mañana.

El presidente también dejó entrever que tiene intención de agradecer el buen rato que le hicieron pasar con una prima extra. Ramón Calderón dijo tras el partido que no considera que se le hiciese el vacío en el palco del Camp Nou. Se quedó solo y decidió homenajear a los futbolistas blancos con un significativo aplauso, consciente de que todos los focos irían dirigidos hacia él. Aclaró que la Liga no está decidida, pero confesó que no le hubiese importado saltar al césped para abrazarles y festejarlo del mismo modo que lo hizo en Zaragoza a falta de dos jornadas para gara la última Liga. "Si hubiese podido, habría saltado al campo para abrazarme a cada uno de ellos", declaró el dirigente.