Aún resentido tras el varapalo que le ha propinado el coronavirus al calendario, el fútbol europeo ha hecho de su capa un sayo y ha reformulado todas sus fechas en busca de una resolución de la crisis con el menor perjuicio al deporte y al negocio.

La UEFA decidió ayer que la Eurocopa queda aplazada un año, hasta el verano del 2021, lo que abre una ventana para que las ligas continentales terminen esta temporada, también para la Champions y la Europa League, que han aplazado sus finales un mes: desde el previsto 30 de mayo hasta el 27 de junio, en caso de la Liga de Campeones; y hasta el 24 de junio la final de la segunda competición continental. Además, la Conmebol también retrasó un año la Copa América de Argentina y Colombia, una fecha en la que estaba previsto el nuevo Mundial de Clubs que la FIFA aplazó sin fecha concreta.

«La salud de los aficionados, el personal y los jugadores tiene que ser nuestra prioridad. No podíamos aceptar la idea de celebrar el festival del fútbol europeo en 12 países en estadios vacíos mientras el continente se sienta en su hogar de forma aislada», explicó el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, en el comunicado oficial.

SUSPENSIÓN GENERAL / En una reunión con las 55 federaciones europeas, la asociación de clubs ECA y el sindicato de jugadores FIFpro, se decidió sacrificar la Eurocopa: «Tiene un coste enorme para la UEFA, pero era importante que, como organismo rector del fútbol europeo, hiciéramos el mayor sacrificio», dijo Ceferin tras la reunión, en la que se oficializó la suspensión temporal de todas las competiciones que dependen de la UEFA, también la Champions League femenina o la Youth League.

La previsión inicial es que las fechas, de 12 de junio a 12 de julio, las sedes, las selecciones clasificadas y el sorteo de la fase de grupos se mantengan, de modo que España seguiría teniendo como rivales en la primera fase a Suecia, Polonia y al ganador de la repesca entre Bosnia, Irlanda, Irlanda del Norte y Eslovaquia, una eliminatoria que se aplaza también, como todos los partidos de selecciones previstos hasta después del verano.

A debate estaba cómo terminar las competiciones de clubs europeas con un daño limitado y el aplazamiento de la Eurocopa se presentaba como la salvación para ganarle un mes al calendario. Aun así, depende del desarrollo de la epidemia del coronavirus el tiempo de parón que van a sufrir las diferentes competiciones. «Nuestra propuesta es alargar el calendario para que se terminen las competiciones. Intentaremos terminar antes del 30 de junio, pero no es un muro infranqueable», explicó el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, tras una reunión con las federaciones territoriales.

LOS PLAZOS PREVISTOS / La UEFA ha marcado los plazos que han previsto con las nuevas fechas de las finales continentales y la previsión de que la pérdida de tiempo competitivo será de un mes se antoja demasiado optimista. El mejor escenario que se maneja supone la vuelta a la competición a inicios de mayo, pese a que muchos clubs apenas acaba de comenzar una cuarentena, de al menos 15 días, que tiene a los jugadores sin entrenar.

Cada entidad mira por sus intereses y todos quieren salvar sus contratos, pero el parón es innegociable y de algún sitio tienen que salir los días perdidos en un calendario saturado. La Liga filtró que sus pérdidas, si no se podía reanudar el campeonato, ascendería a más de 600 millones de euros, a lo que contestó Rubiales con un contrataque entre sus guerras de poder: «Están garantizadas las ayudas que dependen de la RFEF, no queremos incertidumbre», dijo.