Con Sergio García y Miguel Angel Jiménez en la lista de los 12 elegidos, y José María Olazábal fuera del campo pero ejerciendo funciones de asistente del capitán Nick Faldo, Europa afrontará la 37 edición de la Copa Ryder, que se inicia hoy en el club de golf de Valhalla, en Louisville (EEUU). Una ambiciosa idea preside el reto del equipo europeo: encadenar la cuarta victoria consecutiva frente a los estadounidenses, lo que no ha conseguido en toda la historia. El triunfo prolongaría la sequía de los americanos en el milenio. El último éxito se remonta a la edición de 1999 ante su afición, en el Country Club de Brooklyne.

Para Estados Unidos, que está capitaneado por Paul Azinger, y afronta la Ryder sin el número uno mundial Tiger Woods a causa de una operación de rodilla, una cuarta derrota consecutiva supondría, además, una dura afrenta en una competición que en sus inicios dominó de forma hegemónica.

"Mi corazón me dice que Europa puede ganar, pero si lo hace, creo que será con un triunfo más ajustado de lo que la gente piensa", asegura Severiano Ballesteros, principal responsable del prestigio de esta competición.