REAL MADRID - 2: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Raúl Albiol, Arbeloa; ´Lass´, Xabi Alonso, Marcelo, Kaká (Van der Vaart, m.82); Higuaín (Raúl, m.77) y Benzema (Gago, m.61).

GETAFE - 0: Ustari; Miguel Torres, Cata Díaz, Mario, Mané; Celestini, Boateng (Albín, m.52); Pedro León, Parejo (Adrián, m.68), Manu del Moral (Gavilán, m.60) y Soldado.

GOLES: 1-0, m.53: Higuaín. 2-0, m.56: Higuaín.

ARBITRO: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Marcelo y Xabi Alonso por el Real Madrid, y a Mario por el Getafe. Expulsó por roja directa a Raúl Albiol en el minuto 28.

Higuaín se ganó la titularidad en el Madrid con dos goles que dan oxígeno a Pellegrini en el banquillo, y castigaron a un Getafe blando, al que le faltó valentía para ir a por el partido ante un rival en inferioridad numérica durante 62 minutos por la expulsión de Raúl Albiol.

El argentino volvió a ser héroe de un encuentro ante el Getafe. Autor del gol que mantuvo la fe la pasada campaña, segundos después del ataque de locura de Pepe y el penalti parado de Casillas, en esta ocasión sacó a su equipo del apuro, demostrando lo injusta que era su situación al pasar de ser indiscutible a suplente.

Cada temporada el duelo entre Madrid y Getafe da mucho que hablar. Ha pasado de ser un partido entre equipos amigos, a un choque de alta tensión en el que cuando no son goles surrealistas, son peleas, caídas blancas con estrépito y siempre polémica, mucha polémica.

PITADA A LOS BLANCOS Una sonora pitada recibió a los jugadores madridistas por el ridículo de Alcorcón en la Copa, y el sonido de viento se volvió después hacia el colegiado Mateu Lahoz, por una expulsión rigurosa a Albiol que marcó el partido.

Pide tiempo Manuel Pellegrini para cambiar el estilo y encontrar efectividad. La paciencia no existe en los grandes. Con la soga al cuello decidió probar con extremos, con Marcelo en la izquierda, dando entrada por fin a Arbeloa de lateral zurdo. Le ha costado verlo pero las carencias defensivas del brasileño y el encuentro para olvidar de Drenthe en Copa, son las gotas que colman el vaso.

Más paciencia tiene con Benzema. Las ocasiones no se acaban para el francés ni con el regreso del deseado Higuaín. Ayer, fue Raúl quien probó la dureza del banquillo. El que vio al francés negado ante puerta y al argentino ganándose el puesto.

En un mar de dudas blancas regresaba un Getafe al Bernabéu convertido en sucursal madridista. Encabezada por Míchel. En la zona técnica de una banda que recorrió como pocos, con centros en la memoria del madridismo. Torres, Parejo, Soldado. Jugadores con ganas de levantar la voz en la casa que les formaron pero que acabaron contagiados de la falta de ambición azulona a domicilio. Las dos caras del Getafe son evidentes.

INTENSIDAD Y NERVIOS El partido fue intenso, de respeto y nervios hasta que quedó marcado. Pedro León mostró su calidad en banda, Del Moral su verticalidad, ante un Madrid en el que construía Xabi Alonso, con Lass más preocupado de las coberturas a Ramos.

Un error de Pedro León provocó una contra blanca en la que Benzema conectó con Marcelo que se llenó de balón y chutó alto, con Higuaín totalmente solo a su lado. Soldado comenzaba a probar a Iker, cuando cogió la espalda a Albiol en un balón largo, que controló de espaldas a portería y fue agarrado. Roja directa ante la sorpresa de todos. El escándalo estaba servido.

Con 79.000 espectadores insultando al árbitro, la expulsión alentó al Madrid y acobardó al Getafe. En vez de tocar con rapidez para encerrar al rival, los azulones jugaron con lentitud, casi andando. Permitieron contraataques en los que comenzó perdonando Benzema, solo ante Ustari (min.35), que acabó con disparo alto Xabi Alonso y blando Higuaín.

Casillas estaba dispuesto a amargar la tarde a cualquier rival que probase suerte. Sacó un cabezazo ajustado de Soldado al borde del descanso. Otro nada más reanudarse el choque. Eran los minutos en los que la decisión blanca comenzaban a tumbar al Getafe.

Ustari se lucía con una manopla a tiro cercano de Lass, veía pasar ajustado al palo un testarazo de Benzema, y nada podía hacer ante Higuaín. En tres minutos el argentino mató el partido. Primero tras preciso pase de Marcelo, que controló con el pecho y chutó con la zurda a la escuadra. Después con una de sus típicas carreras que culminó con un disparo cruzado a la red.

La reivindicación del Pipita estaba firmada. Se la ha tenido que ganar con goles. Como si los del año pasado no sirviesen.