Dura derrota para el CAR Cáceres en el partido de ida de la eliminatoria de ascenso a División de Honor B de rugby. El 10-27 final no refleja la diferencia entre el Eibar y el equipo extremeño, que ahora tendrá que hacer una auténtica heroicidad en campo vasco para subir o bien esperar a la repesca ante los equipos peor clasificados de la segunda categoría nacional.

El partido comenzó de cara para los cacereños, que en el minuto 8 se adelantaron con un ensayo de José Higuero. Los locales se adueñaron entonces del campo, pero cuando más posesión tenían, fueron los eibarreses los que consiguieron un ensayo que ponía el marcador en 5-7.

A pesr de ello, el CAR siguió bien plantado y de nuevo se puso por delante en el marcador con otro ensayo, esta vez de Germán (10-7). Poco antes del descanso llegó la respuesta visitante, lo que dejó el tanteo en el intermedio en un 10-12. Todo estaba por decidir en la segunda parte.

HUNDIMIENTO En la reanudación todo empezó igual de parejo que al principio, pero poco a poco fueron los visitantes los que fueron tomando el control según el cansacio hacía mella en el CAR.

Así, en el minuto 20 el Eibar sumaba cinco nuevos puntos (10-17) y en el 25, una jugada desafortunada hizo que el balón se le escapase al ataque cacereño cuando se disponía a lograr un ensayo y la contra veloz no fue desaprovechada por los vascos (10-24). En el tiempo restante, un golpe de castigo transformado colocó el definitivo 10-27 sin que hubiese reacción por parte local.

El partido de vuelta se presenta complicado, pero los cacereños mantienen la ilusión. Además, en caso de no pasar esta eliminatoria, habrá otra a doble partido con uno de los equipos que están disputando el play-off de descenso de División de Honor B.

Para el entrenador del CAR Cáceres, Juan Rosado, su equipo jugó un "buen primer tiempo", pero en el segundo "ellos han sabido sacar partido de nuestros errores y nosotros no hemos sabido aprovechar los suyos. Tienen fichajes en los puestos claves que decantan partidos como éste".

El técnico no dudó en calificar de "engañoso" el resultado final, aunque siguió mostrando esperanza. "No han jugado para que haya tanta diferencia, pero hemos cometido errores que nos han puesto muy cuesta arriba la eliminatoria. Es difícil, pero debemos trabajar para superar la eliminatoria", agregó.