Nada mejor para reinaugurar el Multiusos que con una apacible victoria local. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad sometió sin piedad al Barcelona Lassa B (95-73). Aunque todavía es un horizonte muy lejano, tanto la permanencia como poder luchar por los playoffs de ascenso están un poco más cerca.

No es cuestión de quitarle méritos a nadie porque este tipo de partidos a veces se enredan, pero el resultado queda algo devaluado por la tremenda facilidad con la que se obtuvo. A la diferencia teórica entre ambos conjuntos que ya se podía intuir antes del choque se unió el hecho de que en el filial no se alinearon los que probablemente son sus tres mejores piezas: Marc García, Rodions Kurucs y Voledimyr Herun.

Así el terreno estaba allanado y apenas hubo combate desde el salto inicial, aunque al espectador tampoco le importó demasiado. Había que ganar y no tener que esperar a la quinta jornada para hacerlo, como la temporada pasada. El Cáceres, superior en absolutamente todos los aspectos, se dedicó a meterse en vena la autoestima que se le podía haber volatilizado en la derrota ante el ICL Manresa.

En ese sentido fueron significativos los dos triples en el primer cuarto de Guille Corrales, necesitado de adquirir confianza en ese aspecto de su juego. Su salto de calidad como base de élite en la LEB Oro está ahí.

Al final del primer cuarto las cartas ya estaban boca arriba (23-14), un hueco que se fue ampliando paulatinamente entre numerosos errores de los jóvenes azulgranas y el buen grado de inspiración que tenían los locales, que no dejaron en ningún momento que el choque se le envenenase. Pese a que Alfred Julbe se desgañitaba en la banda, sus chicos se vieron superados por la situación.

Con 44-23 al descanso solo faltaba, salvo catástrofe, conocer la diferencia final y si el Cáceres podría mantener la ambición de machacar. Niko Rakocevic, aunque todavía una décima segundo más lento de lo habitual, aprovechó entonces para reencontrarse consigo mismo y clavó cuatro triples en el tercer cuarto. Un killer siempre es un killer y de su entendimiento con Warren Ward, que no dejó de percutir el aro rival durante toda la noche, pende buena parte de las posibilidades de que los objetivos se cumplan.

17 TRIPLES / 69-44 y a quemar los últimos diez minutos, en los que, aunque con mayor relajación defensiva que hasta entonces, el festín no paró. El Cáceres siguió especialmente atinado desde la línea de tres puntos, redondeando una espectacular marca de 17 aciertos de 32 intentos, prácticamente lo mismo que acreditó en los tiros de dos (17/30). Otra estadística en la que lució --y que hasta ahora había levantado dudas-- fue el rebote (40-27).

Hubo, cómo no, minutos para todos: el argentino Franco Acosta, vinculado del Jugarzo Adepla, y el senegalés Vieux Kasse, una de las grandes esperanzas de la cantera. Él anotó la última canasta de una de las noches más plácidas que se recuerdan en los últimos años en el Multiusos.

Había que ahorrar fuerzas para lo que viene. Y es que el próximo miércoles, en la visita al Iberostar en Palma de Mallorca, no será tan sencillo.

3Cáceres Patrimonio de Humanidad: Guille Corrales (10), Luis Parejo (6), Warren Ward (22), Rolandas Jakstas (3), Robertas Grabauskas (12) --cinco inicial-- Pol Olivier (2), Sergio Pérez (8), Vieux Kasse (2), Franco Acosta (0), Ola Keshinro (11), Niko Rakocevic (15), Dani Martínez (6).

3Barcelona Lassa B: Denton Koon (5), Pol Figueras (3), Aleix Font (13), Atoumane Diagne (12), Sergio Martínez (8) --cinco inicial-- Maxim Esteban (0), Luka Samanic (10), Nedim Dedovic (15), Arnas Velicka (7).

3Marcador por cuartos: 23-14. 44-23 (descanso), 69-44 y 95-73.

3Árbitros: Terreros San Miguel y Alberto García.

3Pabellón: Ciudad de Cáceres.

3Espectadores: 1.100.

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barcelona b73