Marta Domínguez y Manuel Martínez, los capitanes de la selección española de atletismo, fracasaron en su intento de meter a España en el medallero de los Mundiales en sala de Budapest y los campeonatos se cerraron con la segunda peor actuación española de la historia.

Un año después de conseguir en Birmingham el récord de seis medallas, el equipo español se va de vacío: sin un solo metal que llevarse al cuello y con sólo cinco atletas entre los seis mejores del mundo: Penti (4), Marta (4), Sergio Gallardo (5), Martínez (5) y Marta Mendía (6). Desde los Mundiales de París-97, donde tampoco hubo medallas y sólo tres finalistas, no se conocía un desaguisado semejante.

SIN OPCION Martínez, afectado por el mal fario que perseguió a los españoles en Budapest, empezó su concurso de peso con una caída, como en los Europeos de Múnich. El leonés dijo que, sobre cemento, hubiera salvado el tiro, que era largo. Luego no pasó de 20,79. Para subir al podio tenía que haber tirado 21 metros. España se aferraba a una baza sólida, Marta Domínguez, para ganar alguna medalla, pero todo se torció también para la palentina y se vio superada al final. Quedaba el cartucho de José Antonio Redolat en 1.500, pero viene de pasar un calvario de lesiones y terminó penúltimo. Además, Glory Alozie, dos veces subcampeona mundial de 60 metros vallas en pista cubierta, fue eliminada en las series.

La jornada de clausura sólo tuvo un resultado alentador: el sexto puesto de Marta Mendía en la final de altura con una marca de 1,94 que la consolida en registros de elite.