Eterno portero suplente en la UPP, Felipe Rodríguez, placentino de 45 años, es una de las claves ocultas del éxito del Plasencia Galco en la Liga LEB. El equipo revelación de la competición, con tres victorias en tres encuentros, coincide en el halago a Rodríguez, que ejerce de preparador físico y masajista al mismo tiempo.

"Estoy en una manera de vivir el deporte por la que opté en su momento", cuenta, considerándose un "autodidacta con experiencia". Lleva en el club casi una década y antes estuvo unos años como masajista en la Unión Polideportiva Plasencia.

"Estamos ganando estos partidos debido al trabajo diario que estamos haciendo, unido a la ilusión", cuenta. El dice que sólo pone los cimientos para que la intensidad en los entrenamientos que exige el técnico, Dani García, pueda desarrollarse. De su jefe dice que es un entrenador "muy exigente". Afirma que la resistencia que tiene la plantilla la adquirió "jugando cada dos o tres días en la pretemporada". Y, aún así, espera que el poder físico del equipo aumente según avance la temporada. "Estamos en siete sobre diez", asegura, sin querer poner un objetivo al Plasencia Galco.

Sobre la pasada temporada, en la que estuvo bajo las órdenes de Ñete Bohigas, la recuerda como "una grata experiencia", pero "después de tantos partidos el equipo llegó a los play offs bajo mínimos". En su opinión, "la calidad es lo que marca la diferencia en la LEB, pero en la LEB-2 el juego es más alegre".