El exrepresentante de David Villa, José Luis Tamargo, ha presentado una demanda contra el jugador del Barcelona en la que le reclama seis millones de euros por lo que considera un incumplimiento de contrato.

La demanda, a la que ha tenido acceso EFE, ha sido presentada en los Juzgados de Primera Instancia de Avilés y en ella se pide que se considere que la finalización del contrato que tenía suscrito este asesor y representante con El Guaje fue acordada de forma unilateral por parte del jugador.

CONTRATO ROTO POR EL JUGADOR

En concreto, el representante alega que el contrato que ambos habían suscrito en mayo de 2003 quedó roto el pasado 19 de abril por decisión del demandado.

Tamargo considera que las condiciones del traspaso del Valencia al Barcelona pactadas el pasado mayo fueron negociadas por él en el verano de 2009, tras frustrarse las negociaciones que se habían mantenido con anterioridad con el Real Madrid y un club inglés.

Estas negociaciones con el Barça se iniciaron a petición de Villa, según el demandante, por el interés que había mostrado por jugar con el equipo azulgrana y abandonar el Valencia.

Para Tamargo, dado que el traspaso se hizo según lo negociado por él y que el contrato que mantenía con David Villa fue roto de forma unilateral, tiene derecho al 15 por ciento de comisión que figuraba en este.

Dado que el precio pactado para el traspaso entre ambos clubes ascendió a 40 millones de euros, el exrepresentante del máximo goleador de la Roja en el Mundial de Suráfrica reclama una deuda de 6 millones de euros.

EXTENSO CURRÍCULO

Tamargo lleva más de veinte años dedicado profesionalmente a realizar labores de asesoramiento y representación de futbolistas, los últimos a través de la sociedad Tamargo Asesores de Fútbol.

Ha sido representante prácticamente durante toda la vida profesional del delantero de Tuilla, aunque su relación se había tensado desde finales del pasado año.

Fuentes del entorno de Villa han señalado a EFE que hoy desconocían la presentación de esta demanda y que, por lo tanto, no podían pronunciarse sobre ella.