Don Benito: Pachi; Chus, Checho, Negredo, Guirado; Teo, Cobos, Izquierdo, D. Navarro (Kiko, M. 46); Serrano (Juanma, M. 76) y P. Carrión (Lobera, M. 72).

Extremadura: Toni; Javi Selvas, Roberto, Alcázar (Fran Blasco, M. 90), Zamora; Valladar (Camacho, M. 81), Lolo, Marco, Gaizka; Cobos y Pavone (Manuel, M. 69).

Goles: 0-1 M. 32: Roberto. 0-2 M. 78: Manuel.

Arbitro: Jesús Rodríguez Cayetano (Castellano-Leonés). Algo meticuloso, ni tuvo problemas, ni se los buscó. Bastante entonado (2). Amonestó a Negredo (59´), Izquierdo (65´)/, Marco (35´) y Pavone (68´).

Incidencias: Más de 2.000 espectadores en el Municipal de Don Benito. De ellos, más de 1.500 eran aficionados azulgranas que vibraron con su equipo en un final feliz.

Objetivo cumplido y con añadido. El Extremadura certificó su permanencia matemática en la categoría, eludiendo la promoción, tras ganar ayer en Don Benito y, por el mismo precio, se reencontró con su afición y reinició un idilio que sólo desde la torpeza se puede volver a romper. La afición, abrazada a sus colores, celebró por todo lo alto la permanencia tras un partido con mucho mucho grano. Lo importante estaba conseguido y habrá que dejar para el análisis la situación a la que ha llegado el cuadro azulgrana tras una temporada con más penas que glorias que, sin embargo, acabó en éxtasis gracias a una afición para la que se acaban los adjetivos.

Aunque el Extremadura tardó en entrar en el encuentro se fue con los deberes hechos al descanso. Terminó la primera parte por delante en el marcador gracias al cabezazo preciso y precioso de Roberto Rodríguez en el saque de falta que puso en juego con maestría Julio Cobos (m. 32). Otra vez la estrategia, de nuevo la pizarra. Pero antes de la inauguración los azulgranas pasaron un mal trago. No se hicieron de inicio con las riendas del derbi y lo hizo el equipo rojiblanco. Los de Escalante encerraron a su rival en su área y lo sondearon con una sucesión de saques de esquina que a punto estuvieron de tener notorias consecuencias. Sobre todo en un rechace aprovechado por Guirado, que rebotó en un zaguero visitante y obligó a Toni García a meter una manopla prodigiosa (m. 10). Luego, a medida que avanzó la primera mitad, se equilibró el juego y los de Bizcocho empezaron a aparecer. El Extremadura no era el de Jerez o el de siete días atrás ante el Marbella, porque Marco no era el genio de la lámpara de esos días, pero mandaba en el tanteador y las noticias que llegaban de Ceuta y Armilla no eran malas del todo.

Tras el descanso volvió a salir a subasta el control del partido y, de nuevo aunque en menor medida, la primera puja fue local. Serrano, ante la pasividad de la zaga local, se plantó ante Toni pero se precipitó al tirar (m. 49). Luego marcó Pavone, pero su gol fue anulado por una falta que pareció clara en el campo (m. 52).

Tampoco tuvo repercusión en el marcador un mano a mano del italo-argentino con Pachi que sacó el exazulgrana (m. 61).

Pero el éxtasis almendralejense, llegó cuando en el minuto 78 Manuel se marcó un añadido a su histórica, sí histórica, despedida. Lo hizo todo, inventar, crear, irse en velocidad, driblar a todo el mundo y firmar el segundo. Y de propina, una reverencia a su público. O Bruxo en estado puro.

Pudo ampliar su renta el cuadro almendralejense en un par de ocasiones. Pero fue lo de menos. Lo mejor, el referido abrazo final y hasta ese detalle de la emotiva despedida de Alcázar.