En doce días rodará la pelota en el Anxo Carro de Lugo y lo que habrá en juego serán ya tres puntos. Ese es el mensaje que Manuel Mosquera lleva días transmitiendo ya a sus jugadores dentro del vestuario. El Extremadura ya cuenta los días para su debut en liga y la llegada del mes de agosto le ha cambiado la cara al juego del equipo. Tras cinco amistosos dubitativos y rotaciones sin parar, en Badajoz se vio a un Extremadura mucho más serio, riguroso, concentrado y muy intenso. «Me llevo una gran alegría con este partido porque he visto un refuerzo de conceptos importantes en nuestros jugadores. Hemos sido más nosotros. Sabemos que tenemos un bloque del año pasado que ya entiende lo que queremos. Hay mucho compromiso ahí dentro y eso me pone contento», confesaba el técnico de los azulgranas tras el 0-2 en el Nuevo Vivero.

En Badajoz, el Extremadura ya empezó a trazar las posibilidades de lo que podría ser un once en su debut en Lugo. En la portería no hay debate. Casto será titular y queda por saber si la dirección deportiva de la responsabilidad de la suplencia al joven Yamagouchi o decide buscar otro portero.

En defensa, Alex Díez y Bastos parten como titulares en derecha e izquierda. La marcha de Pomares al Alcorcón deja a Bastos sólo en el carril izquierdo y la duda de si el Extremadura acudirá al mercado para doblar esa posición. La alternativa es Josema, un jugador que es claramente central, pero que en ocasiones ha apagado fuegos de lateral. Al murciano se le ve rápido, concentrado y con gran nivel, siendo una sorpresa agradable de la pretemporada.

La sala de máquinas

Una de las incógnitas está en el centro del campo. Parece clara la titularidad de Zarfino, un hombre de peso que fue referencia el pasado año. A su lado se busca un ‘seis’ y ahí se debaten Liam, David Rocha y Cristian Rodríguez, cada uno con sus particularidades. Liam ha sorprendido con su presencia física. Rocha, experimentado y técnico, otorga más control del juego. Cristian es más lucidez y atrevimiento en el pase.

También hay que contar con Sergio Gil, que se está perdiendo parte de la pretemporada con un problema muscular.

Este Extremadura parece un equipo más compensado que el del año pasado en posiciones. Si hay una demarcación donde ha crecido notablemente es en la de extremos con Nono, Pastrana, Valverde y Pinchi.

En las alas, el Extremadura tiene cuatro puñales con características distintas. Nono, con asistencia y gol en Badajoz, está llamado a ser un hombre determinante en el equipo. La electricidad de Pastrana y las buenas sensaciones que está dejando Valverde en sus primeros minutos, dan mucho optimismo. Falta por ver más a Pinchi, que por otro problema muscular se ha perdido parte de la pretemporada.

Donde si faltan efectivos es en la delantera. Sólo Airam Cabrera y Willy aparecen como nueves puros. «Tengamos un poco de paciencia y valoremos a los que están ahora. Jugador que no está no voy a pensar en él. Reforzamos a los que están», puntualiza el entrenador cansado ya de que le pregunten por los puntas.

En dos semanas comienza lo serio y el Extremadura va engrasando su maquinaria. El miércoles tiene otro amistoso en Madrid ante el filial del Atlético.

Un apunte más. El exazulgraana, Roberto Olabe ha sido cedido al Albacete por el Eibar, por lo que se cruzará este año con su exequipo.