El Extremadura B-Coria que abre el campeonato liguero en Tercera División el próximo domingo podría haber entrado en riesgo de aplazamiento si el Coria hubiera aceptado la petición solicitada por el filial azulgrana, golpeado duramente por los estragos del covid-19. Pero los celestes se niegan y quieren empezar a jugar ya este domingo.

Desde el Extremadura B están muy molestos con la actitud del Coria. El filial almendralejense ha sufrido duramente el covid-19 con hasta 15 positivos dentro de su plantilla de jugadores. Actualmente, todavía hay seis con positivo en vigor, “pero lo peor es que a muchos de mis futbolistas les ha afectado tanto la enfermedad que están débiles para jugar y apenas pueden entrenar”, dice José Antonio Ruiz, entrenador del filial azulgrana.

Ante esta situación, el Extremadura B ha pedido al Coria el aplazamiento, pero en el club cauriense no están por la labor. “Si lo aplazamos, los perjudicamos somos nosotros que no tenemos un equipo de profesionales. Tendríamos que jugar entre semana y, nuestros jugadores, en su mayoría están trabajando. Entiendo a Ruiz, pero aquí cada uno va mirando sus intereses”, explica Rai, técnico del Coria.

La Federación Extremeña no puede aplazar el partido porque la normativa indica que debe tener menos de 13 jugadores para el día del encuentro. El Extremadura B puede tirar de juveniles, pero Ruiz pide solidaridad con los que han padecido la enfermedad: “no puedo hacer ejercicios de más de diez minutos porque los chicos no pueden. No puedo entender esta falta de solidaridad en estos tiempos que nos toca vivir”.