AD EXTREMADURA 0: Sergio, Bole, Salguero, Juanlu, Jorge --equipo inicial-- David, Figueroa, César, Jochito, Luiqui.

TALAVERA 7: Chema, Chispa, Rubén, Alvaro, Víctor Benito --equipo inicial-- Pelé, Manu, Pollo, Roberto.

GOLES: 0-1: min. 5, Víctor Benito. 0-2: min. 11, Jorge, en propia meta. 0-3: min. 20, Pelé. 0-4: min. 24, Pelé. 0-5: min. 25, Víctor Benito. 0-6: min. 28. Pollo. 0-7: min. 34, Manu.

ARBITROS: Barbero García y Elena Pedros (Sevilla). Mostraron tarjetas amarillas a los locales David y Juanlu y al visitante Alvaro. Azul directa al visitante Pelé.

La Asociación Deportiva Extremadura encajó una sonrojante goleada frente al equipo más poderoso de Primera ´A´, el Talavera, que cuenta sus partidos por victorias. Los cacereños no pudieron hacerle un solo tanto al heredero de uno de los clubs más laureados del fútbol sala nacional, aunque nunca bajaron los brazos. La diferencia de calidad en los metros finales entre unos y otros propició el tanteo, aunque el hueco entre los dos equipos no es tan grande como pueda señalar el 0-7 final. El conjunto de Antonio Salguero tuvo muchos problemas para hacer circular el balón correctamente y, además, falló clamorosamente varias ocasiones ante la portería rival.

Encomendado al liderazgo solitario de Juanlu, el Extremadura ya encajó dos tantos en los primeros once minutos, lo que fue un peso imposible de levantar ante la precisión con la que se empleaba el Talavera tanto en defensa como en ataque. Sólo la entrada de Jochito dio, durante algunos minutos antes del descanso, mayor mordacidad al juego ofensivo de los locales, que terminaron desangrándose en los primeros minutos de la segunda parte recibiendo tres tantos más, casi siempre al contragolpe.

Con 0-6 y el último cuarto del choque por jugarse, los dos entrenadores dieron minutos a los jugadores menos habituales, pero el único resultado fue un innecesario endurecimiento del juego y el séptimo gol visitante. Los cacereños intentaron hasta el final mover el cero del electrónico del multiusos, pero se mostraron increíblemente inocentes y lentos ante la portería talaverana.