El Extremadura Unión Deportiva, recién ascendido a Segunda División, mantiene interpuesta ante la Policía Nacional y ante la Liga de Fútbol Profesional una denuncia por el intento de soborno que sufrieron su entrenador, Juan Sabas, y al menos uno de sus jugadores importantes, cuyo nombre no ha trascendido, antes del encuentro decisivo del pasado domingo que jugaban Cartagena y Extremadura donde había en juego una plaza para Segunda División.

El diario El Mundo adelantó la noticia anoche a través de fuentes próximas a la Policía. Fuentes del club han confirmado al Periódico Extremadura la certeza de este asunto, aunque desde el Extremadura han anunciado que nadie hará ninguna declaración al respecto.

Fue Juan Sabas el primero que recibió un ofrecimiento para que su equipo se dejara ganar en Cartagena a cambio de 300.000 euros y la posibilidad de ser el técnico del Cartagena en Segunda División. También se le ofreció la posibilidad de impartir un campus de fútbol en verano por otra suculenta oferta económica. Según El Mundo, este ofrecimiento podría venir de Felipe Moreno, máximo accionista del Leganés y amigo del dueño del Cartagena, Paco Belmonte. Son más que conocidas las conexiones que existen a niveles institucionales y económicos entre ambos clubes.

El ofrecimiento al jugador pudo venir de Juan Carlos Ceballos, veterano jugador del Cartagena que, además, ya ha estado salpicado en otras tramas por supuesto amaño de partidos.

Nada más producirse el ofrecimiento, Juan Sabas telefoneó a Manuel Franganillo, presidente del Extremadura, para ponerle en conocimiento lo que estaba sucediendo. Absolutamente alarmado, el presidente azulgrana cogió el coche a toda velocidad a Madrid para interponer la denuncia correspondiente ante la Liga y la Policía Nacional, poniendo también de manifiesto toda la información a la Real Federación Española de Fútbol. La Policía Nacional tomó declaración a Franganillo y la investigación sigue su curso. Cabe esperar que de manera inminente tengan que declarar Juan Sabas, el jugador que también se negó al soborno, así como las partes implicadas en el Cartagena.

La decisión de Manuel Franganillo de denunciar antes del encuentro todo lo ocurrido es para que quedara constancia de cómo se había actuado desde Cartagena durante la semana previa al partido más importante de la historia del Extremadura. Afortunadamente para los de Almendralejo, el encuentro acabó en empate y con el histórico ascenso a Segunda División de los azulgranas.