El Extremadura UD ya es equipo de Segunda División B. El empate de este jueves entre el Albacete y el Sporting de Gijón (1-1) impide ya cualquier posibilidad matemática de salvación para el equipo de Almendralejo, que en cualquier caso tenía prácticamente certificado su descenso a falta de tres jornadas. Todo ello esta asumido y ya se piensa en el futuro en todos los sentidos con la firme idea de volver a la categoría de plata.

El tema económico es primordial. Entre otras cosas, cuando se anunció la vuelta del fútbol, todo eran sonrisas y celebraciones en torno a la mayoría de equipos y aficionados. Los seguidores veían una válvula de escape en mitad de la pandemia por el coronavirus y, los clubs, un alivio tremebundo para sus arcas, ya que los ingresos por derechos de televisión (principal fuente de ingresos para los equipos de LaLiga) no se tocaba con las reanudaciones de los campeonatos. Aquella popular foto entre los representantes del Consejo Superior de Deportes, la Federación Española de Fútbol y LaLiga, conocida por los pactos de Viana, promovía el reparto de más de 200 millones de euros de LaLiga al fútbol modesto, el fútbol base y a otros deportes de cara a los próximos años. Hasta ahí, todo bien. Pero, ¿de dónde salía ese dinero?

LaLiga anunció a bombo y platillo los acuerdos que, a la larga, aventuraban la vuelta del fútbol. Pero nadie leyó la letra pequeña y, ahora, para algunos puede ser un quebradero de cabeza. Para sacar esos 200 millones se avecinaban recortes y uno de ellos afecta de lleno al conocido ‘seguro por descenso’, una compensación realizada por LaLiga a los clubes que descienden de Primera y Segunda para minimizar el impacto de los salarios en la nueva categoría y garantizar un control económico equilibrado sin endeudar a las entidades. Lo cierto es que la medida es uno de los grandes triunfos de Javier Tebas para hacer un fútbol español más controlado, pero ese recorte de este año y los venideros pasará factura, entre otros, al Extremadura.

Los clubs descendidos percibían una cantidad que se calcula en base al 3% del total de millones ingresados por LaLiga por los derechos de televisión. Los Pactos de Viana han provocado un recorte del 3% al 2,5%, que en términos más exactos por temporada, puede ser un pellizco en la merma de este seguro. Lo será mayor el recorte para los clubs de Primera. Algunos medios catalanes creen que, el Espanyol, podría ver reducido ese seguro por descenso en seis millones de euros con respecto a lo que le correspondería con el porcentaje antes de los Pactos de Viana.

En Segunda División, las pérdidas son menores, pero también las hay. En un cálculo aproximado, todavía inexacto al no conocerse aún la cantidad exacta que LaLiga percibirá por las televisinos, el Extremadura podría verse damnificado en casi un millón de euros, pasando de obtener 2,4 millones a 1,4 millones por este recorte. Insistimos en que son cifras muy orientativas, pero aproximadas.

Este hecho obligará sin duda, al Extremadura, a buscar más fuentes de ingresos para equilibrar sus cuentas en una categoría totalmente distinta en ingresos como es la Segunda B. Así las cosas, uno de los caminos pasa por la venta de jugadores. En este sentido, la operación que el Extremadura podría tener más avanzada es la venta de Lomotey, por el que se han interesado varios clubs extranjeros y por el que el Extremadura podría percibir una cantidad que superaría los 800.000 euros.

Otros jugadores como Gio Zarfino, Pinchi o Nono también tienen un buen cartel para seguir en Segunda División, aunque falta saber primero las intenciones del club con estos jugadores y si trataría de convencer a alguno de ellos para reilusionar a los suyos con un nuevo proyecto.