Tal y como ya intuía la plantilla del Extremadura, no habrá fútbol en Segunda División tras la decisión de suspender la competición por parte de LaLiga, al menos, durante dos semanas. Lo esperaba el plantel azulgrana que ayer se entrenaba a puerta cerrada en la ciudad deportiva antes de que se conociera la noticia. «Hemos entrenado con profesionalidad, pero en nuestras cabezas ya rondaba la idea de la suspensión, entre otras cosas, porque no tendría ningún sentido separar competiciones como si nosotros fuéramos inmunes. Era una cuestión de sentido común», decía Manuel Mosquera, el entrenador.

El Extremadura, como el resto de equipos, no jugará más hasta abril, pero la primera plantilla ha anunciado que mantendrá los entrenamientos de lunes a sábado. Se harán a puerta cerrada en la ciudad deportiva, a la que sólo podrán acceder jugadores, cuerpo técnico y empleados del club. Además, el equipo, a instancias del cuerpo médico, ha establecido un protocolo de prevención frente al coronavirus que deberá aplicarse dentro del vestuario. Según desvelaba Manuel, se evitarán los saludos con las manos entre los compañeros, habrá una limpieza frecuente de manos «y trataremos, en la medida de lo posible, de evitar el contacto físico, teniendo en cuenta que somos un equipo de fútbol y que el contacto es inevitable en muchas ocasiones».

Para Manuel «esto sólo acaba de empezar. Sabemos que si empiezan a darse casos positivos en otros equipos, ellos no van a entrenar. Y si no entrenan, luego no podrán jugar en las mismas condiciones, por lo que la sensación que tengo a nivel personal es que esto puede alargarse mucho más», reflexiona el gallego.

Manuel evita pensar en una posible suspensión definitiva de la competición: «creo que especular con eso sería un error. Y además, viviremos más tranquilos sin pensar en eso, ya que sería ponernos en escenarios que nadie sabe y, más aún, cuando esto nunca ha ocurrido».

De lo que no tiene duda Manuel Mosquera es de intentar llevar este proceso de la mejor manera posible: «debemos de ser ciudadanos de primera y ejercer nuestra responsabilidad aplicando las normas que se nos indican. Pero hacerlo con serenidad, normalidad y alegría, no cayendo nunca en la histeria».

Empezar de nuevo / El presidente del Extremadura, Luis Oliver, también consideró como «de sensatez» la suspensión provisional de la competición durante estas dos semanas. «Habíamos sido noticias hasta la fecha por ser la única competición que se resistía, pero era algo que no tenía sentido».

Oliver si se refirió a la posibilidad de que pueda haber una suspensión definitiva de la competición y cree que «lo más salomónico es que si ocurre eso, empecemos los mismos de nuevo el año que viene, paliando el perjuicio económico que puedan tener los clubes. Hacer otras cábalas sería levantar muchas suspicacia y entrar en posible tráfico de influencias. Ahora será lo que le quite el sueño tanto a la Liga como a la Federación Española», dice.

En el entorno del Extremadura hay quienes piensan que esta paralización de la competición puede venirle bien al Extremadura para tratar de aprovechar este tiempo para normalizar su situación institucional, ya que el desencuentro entre el grupo Oliver y el grupo Franganillo está generando un desgaste desmesurado en todo lo que rodea al club. Deportivamente, el parón puede ayudar a que el equipo pueda resetearse de nuevo.