Talavera: Santi Calvo, Novillo, Cabezas, Juli, Seco, Ivo, Pedro, Bayarri, Lafuerza (Edu Espada, m.67), Nacho Ramos y Oscar Silva.

Extremadura: Toni García, Garmendia, Alain, Fabios, José Ignacio (Cobos, m.75), Roberto Rodríguez, Cabello, Samir (Luis Valladar, m.83), Asen, Santi Amaro y Bermúdez (David Carmona, m.60)

Arbitro: Del Cerro Grande, del colegio madrileño, asistido por Fernández Borrell y Varo Jiménez. No mostró cartulinas.

Incidencias: Municipal El Prado de Talavera de la Reina. Media jornada económica. Unas 800 personas en las gradas en tarde encapotada y muy lluviosa. Terreno de juego en mejores condiciones que en anteriores partidos en el campo talaverano, aunque la lluvia caída antes y durante el encuentro motivó que estuviera resbaladizo.

Talavera y Extremadura se repartieron los puntos con un empate a cero que se puede considerar justo, sobre todo partiendo de la base de que los locales fueron muy inferiores a los extremeños en la primera mitad y que éstos llegaron a estar contra las cuerdas en el segundo período.

Los de Ortuondo pudieron haber dejado el partido a su favor en los primeros cuarenta y cinco minutos, algo que no hicieron. Y, como suele suceder, cuando un rival se deja vivo al contrario, éste suele reacciona.

Y la verdad es que tanto Iglesias como sus jugadores deben estar devanándose los sesos respecto a qué más pueden hacer para probar el dulce néctar de la victoria en propio feudo, porque frente al Extremadura realizaron un segundo tiempo al que habría que tildar de extraordinario y espectacular, si no fuera, claro, porque la caprichosa pelota no quiso entrar y dejó todo lo hecho por los blanquiazules en simples adjetivos, en simple literatura, sin tener la incidencia esperada en una matemática clasificatoria que en El Prado no supera, a la hora de sumar, ni la unidad ni el cerocerismo imperante.

Pero, no es menos cierto, que los del Extremadura deben estar pensando algo similar, ya que en la primera parte por dejar escapar llegaron hasta no aprovechar un penalti que Juli Ferrer cometió sobre Asen. La pena máxima la lanzó muy bien Santi Amaro, pero otro Santi, Calvo, el portero del Talavera, acertó a tocar el balón para que se estrellara en el palo y no quisiera entrar.

La pena máxima ni dejó tocado al Extremadura, ni hizo reaccionar a un perdido Talavera, por lo que las ocasiones se siguieron sucediendo del mismo lado, el visitante. Cabello, José Ignacio, Asen o Samir probaron suerte, pero no era su día ante el gol.

CAMBIO DE DECORACION Pero llegó el segundo tiempo y con él el mejor Talavera que se ha visto por estos lares en los últimos tiempos. Con ganas, con fe y con un absoluto dominio que le llevó a poner continuo cerco a la portería de un cancerbero Toni García, que no encontraba la manera de achicar el aluvión de balones que se le venía encima.

Pero lo consiguió, unas veces por sí mismo y otras con la inestimable ayuda de sus compañeros, y fue capaz de mantener a cero una portería que tuvieron a tiro Edu Espada, sobre todo en un disparo a bocajarro en el minuto 72 que se estrelló en el cuerpo de Toni; Nacho Ramos, Bayarri, Pedro y Oscar Silva.