Antes de entrar, dejen salir. Es un refrán futbolístico muy aplicado al mes de agosto y que pone en práctica el Extremadura. El club aún no ha dicho su última palabra en el mercado, pero el excedente de jugadores que acumulaba hacía necesaria la salida de uno o dos futbolistas. Estos serán Jorge Cano y Pozo, a quienes el club ya les ha comunicado que no formarán parte del primer plantel. Aunque no se ha oficializado su salida, los dos no cuentan para el primer equipo y es difícil que alguno vaya derivado al filial.

Aunque fueron de los primeros renovados, las lesiones en pretemporada han podido lastrar sus opciones. En el caso de Jorge Cano, que causó muy buenas impresiones a lo largo de la pasada temporada, su lesión muscular ha sido determinante. Ya se perdió el tramo final de liga el pasado año y una nueva rotura muscular le ha impedido tener minutos en pretemporada. Diego Merino no ha podido evaluarlo y ha decidido su no continuidad. El jugador colgó en sus redes sociales un mensaje en el que se declaraba "un azulgrana más", con agradecimientos a aficionados y directiva, aunque lanzando algún dardo al técnico.

Pozo tampoco cuenta para Merino. El central pacense también ha tenido problemas musculares durante el verano y era relegado a cuarto central. Ha habido contactos con el Club Deportivo Badajoz para ir con los blanquinegros, una opción que el jugador vería con buenos ojos.

Estas dos salidas le permiten al Extremadura tener la posibilidad de firmar a un jugador más. La máxima prioridad es reforzar una de las bandas, ya que en esa demarcación sólo cuenta con tres sub-23: Dieguito, Savo y Manchón.

ABONOS Rebasado ya el millar de socios, la entidad espera llegar a los 1.500 antes de la última semana. De momento, el apoyo se palpa en la calle. Aficionados colgaron en la jornada de ayer una pancarta en pleno centro, en el parque de Espronceda, donde se leía: "Herederos de una historia, dueños de un sueño". El club da entrada gratis a sus socios en el test ante el Mérida, el sábado a las nueve.