Si hasta hace poco fue un encierro por sus problemas de cobro --lo abandonaron casi justo para enfrentarse al Díter hace una semana-- en los últimos días han sido la dimisión del que era su entrenador Tobali y una movida asamblea de compromisarios que amenaza en acabar en los juzgados. El Algeciras, rival esta tarde (17.00 horas) del Extremadura es un equipo en crisis. Pero como tal ofrece los dos filos que habitualmente presenta la navaja del tópico. Por eso el bloque azulgrana que dirige Ortuondo pretende mantener alejadas las confianzas e intentar redescubrir esa racha de victorias que le catapultó al grupo de cabeza desde el inicio liguero.

Y llegados a este punto habría que hablar de pasados recientes en rojiblanco del propio Ortuondo y varios jugadores de su equipo. Pero el de Ondárroa fue tajante ayer cuando aseveró que "de sentimientos especiales nada. Los entrenadores estamos cada día más habituados a tener nuestra casa, nuestro hábitat y nuestro trabajo hoy aquí y mañana allá". Volvió a jugar con el diccionario para advertir que "el partido es especial, sí; pero sólo porque es el próximo, el inmediato y nosotros queremos hacer de cada vez una cita especial". No es nuevo.

En lo puramente deportivo, otro de los miembros de la plantilla con pasado algecireño, Aitor Santos, protagonizó ayer la noticia más negativa. Ha vuelto a resentirse de su problema muscular y es baja forzada. Zamora, que también pasó por el club gaditano, se resignaba ante lo que parecía una nueva suplencia. Está por ver, que conociendo al entrenador vasco y sus maniobras... Ayer trabajó hasta el final, incluída la estrategia, con el equipo formado por Toni en la puerta, Garmendia y Alaín en los laterales de una zaga que completaron Roberto y Fabios, José Ignacio y Amaro en el doble pivote, Bermúdez caído a banda diestra, Samir en la siniestra, Cabello en el eje y arriba Asen. Pero de Ortuondo no hay que fiarse tampoco en este asunto puntual.

Y enfrente un bloque que estrena técnico, Manolo Villa, que era segundo de Tobali, se ha hecho cargo de la plantilla formando tanden con el preparador físico José Manuel Ortega, que vuelve. Y su once es toda una incognita dadas las circunstancias.