"Lo veo muy difícil a nivel nacional, pero puede que especialmente para nosotros, los extremeños. No quiero ser agorero, pero podemos volver atrás más de 20 años, tal y como estamos ahora mismo y las perspectivas que tenemos por delante". Benito González, el presidente de la Federación Extremeña de Balonmano desde hace 23 años, no es ni mucho menos optimista sobre el futuro de este deporte en el país en general ni en la comunidad autónoma en particular.

Y todo ello, paradójicamente, pese al rotundo éxito del equipo español en el Mundial que, en parte, "es también nuestro, ya que aquí se ha hecho mucho con las selecciones y la base", reclama González.

"A ver si aprovechamos el tirón de ser campeones del mundo, pero está muy complicado", expresa el histórico dirigente con toda rotundidad. "La Asobal está en crisis. Antes era la mejor liga del mundo, pero han desaparecido algunos clásicos y ahora están el Barcelona y el Atlético de Madrid, que ya veremos cómo acaba", puso como ejemplos. También la liga femenina, pese al excepcional éxito en los Juegos Olímpicos, está flaqueando por momentos.

En Extremadura se está haciendo un esfuerzo extra en la territorial. González, recientemente reelegido, ha intentado cambiar algunas cosas y se ha rodeado de gente que le está ayudando desinteresadamente, como el profesor universitario Antonio Sánchez Barcia en el apartado de las nuevas tecnologías y la comunicación.

Pero en los clubs está complicado el devenir. El día a día es muy duro y pensar en estar en la élite es, asume Benito González, "imposible". Después de que Badajoz se quedara a las puertas de la élite, desapareció el proyecto "porque no había dinero, y lo peor es que deportivamente se salvó" en la División de Honor Plata.

La supervivencia ahora depende del esfuerzo de unos pocos que sacan adelante sus clubs "porque tienen hasta que barrer", dice gráficamente el presidente de la territorial.

Benito González seguirá luchando por mejorar el balonmano regional. Lo tiene complicado, sí, pero el nuevo impulso mediático derivado del éxito es un buen asidero.