Al grupo IV de Segunda B, tradicionalmente controlado por el poder andaluz , le ha salido un grano con Extremadura. Y no sólo por cantidad (seis clubs extremeños por diez andaluces), sino también por calidad, ya que cuatro equipos extremeños están entre los ocho primeros frente a tres andaluces y un murciano.

La situación no es nueva. El status actual, sin ir más lejos, encuentra un precedente muy similar hace un año.

La temporada pasada, tras la disputa de las quince primeras jornadas, los tres representantes extremeños --Jerez, Díter y Mérida-- estaban entre los nueve primeros clasificados. Junto a ellos marchaban cuatro clubs andaluces, un murciano y otro ceutí.

Los extremeños repetidores ofrecen lecturas distintas en la comparación entre ambas campañas. Mientras el Mérida suma dos puntos más, el Jerez tiene dos menos por los nueve menos del Díter, merced al sorprendente buen inicio del ejercicio pasado de la mano de Moreno Rosillo.

EL OBJETIVO FINAL

En cuanto a los clubs extremeños que volvieron a la división de bronce, tanto Extremadura como Cacereño están cumpliendo con buena nota y, junto a Jerez y Mérida, figuran entre el grupo de aspirantes a disputar la liguilla de ascenso.

Por su parte, el Moralo se defiende con decoro y el Díter, tras sus dos victorias consecutivas a domicilio, lucha por salir a flote.

Si Cacereño (28 puntos), Extremadura (26), Jerez (23) y Mérida (23) desean optar a la liguilla, deben tomar como referencia los 64 puntos sumados por el conjunto romano , que fue el inquilino final de la cuarta plaza la pasada temporada.

Por abajo, el año pasado el Melilla debió disputar la promoción para la permanencia tras sumar 43 puntos durante la fase regular. Mientras, hasta con 42 puntos se perdió automáticamente la categoría.

Quiere esto decir que Jerez y Mérida, que están en la zona templada de la clasificación, están a veinte puntos de asegurar la permanencia cuando todavía faltan cuatro jornadas, doce puntos en juego, para finalizar la primera vuelta del campeonato.

Moralo (19 puntos) y Díter Zafra (15) todavía deben realizar un esfuerzo extraordinario durante las cuatro próximas jornadas porque, de lo contrario, se verán obligados a echar el resto durante la segunda vuelta.

En suma, el G-6, a nivel de gestión; y los clubs extremeños, en el ámbito deportivo, se convirtieron en un molesto y doloroso grano para el tradicional poder andaluz.