El Extremadura 2019 ya está en marcha. Después de una semana de intensas vacaciones, la plantilla azulgrana regresó al trabajo durante la mañana del pasado 31 de diciembre para empezar a preparar el partido del sábado 5 de enero ante el Alcorcón en el Francisco de la Hera. Después de un año mágico donde ha logrado devolver al fútbol regional el sello de la ‘LFP’, el Extremadura afrontará en este 2019 el reto más difícil de todos a los que se ha enfrentado: la permanencia en la Segunda División.

Es importante recordar ahora que compite el Extremadura en una Segunda División de las más duras de las últimas décadas. Algunos analistas la catalogan de una ‘Primera B’ y, con datos en la mano, es el año de Segunda donde existen poblaciones más grandes en el calendario. Almendralejo se sitúa en la cola siendo la ciudad más pequeña con un equipo en Segunda. En el lado opuesto, Zaragoza, que multiplica por 24 a la capital de Tierra de Barros en habitantes.

Pero si algo ha caracterizado al Extremadura a lo largo de su historia es la confianza, la fe y una afición capaz de llevar en volandas a su equipo hasta metas insospechadas. El 2019 comienza el sábado en el Francisco de la Hera, precisamente, con la idea de mejorar uno de los propósitos para el nuevo año: ser más fuertes en casa. Y es que el Extremadura es el peor equipo como local de toda la Segunda División junto al Nástic. Antes de partir en competición, todos apuntaron al Francisco de la Hera como fortín clave para soñar con la salvación. Pero ahí, curiosamente, es donde más puntos han volado. Por eso, empezar con buen pie el sábado sería fundamental para los objetivos azulgranas.

Fichajes / Para tener opciones de lograr la salvación en la categoría de plata, la dirección deportiva del Extremadura es muy consciente de la necesidad de acudir al mercado invernal que hoy mismo se abre. La lesión de rodilla de Carlos Valverde abre una baja de larga duración que podría ser la primera en cubrirse.

Ahí suena con fuerza en las últimas horas la llegada de Javi Álamo, un extremo canario con amplia experiencia en Primera y Segunda, pero que actualmente figura como profesional en paro tras haber jugado la última temporada en el Almería.

Las necesidades del plantel azulgrana están claras: extremos y centrales. En las bandas se ha quedado huérfano de efectivos con la lesión de Valverde y la marcha de Billy Arce. El enigma de Diego Capel, que sigue rindiendo lejos de su nivel, demanda la necesidad de reforzarse claramente en las alas. Rodri ha transmitido a la dirección deportiva que quiere gente con velocidad. Efectivos capaces de montar rápidos contragolpes y buenas transiciones defensa-ataque.

El otro agujero negro se sitúa en la defensa. Un fichaje invernal estaba en casa con la recuperación de José Antonio Pardo, rayando a gran nivel en las últimas semanas. Sin embargo, Djalo ha estado por debajo de lo esperado e Íñigo López cuenta cada vez con menos minutos. El Extremadura está negociando el fichaje de un central experimentado que venga para ser titular.

Los otros refuerzos deben estar en casa. Primero, sujetando en el plantel a las piedras codiciadas como Enric Gallego y Alex Díez. Las últimas informaciones apuntan a que el delantero catalán va a seguir en Almendralejo hasta final de temporada.

Al tener otro año más de contrato, es probable que el Extremadura haya decidido mantenerlo hasta final de año y hacer una posible venta en verano. Un caso distinto es el de Alex Díez, por el que han empezado a llover ofertas tras su gran primera vuelta de campeonato. También tiene más años de contrato, pero el Extremadura sabe que su juventud es golosa en el mercado. Hay equipos de Primera División interesados en su fichaje y también algún gran club europeo.

Más nivel / El primer fichaje invernal será Casto Espinosa, que ya podrá jugar este sábado si lo considera oportuno el entrenador. La portería, sin duda, es la línea mejor compensada de los azulgranas con dos grandes arqueros defendiéndola: Casto y Álvaro Fernández.

La dirección deportiva espera más de otros jugadores que llegaron para ser importantes, pero que aún no han destapado el tarro de las esencias. Diego Capel es el principal ejemplo, pero hay más. Uno es el caso de Rennella, un jugador lastrado por las lesiones durante la primera vuelta, pero con poco brillo cuando ha tenido minutos por delante. No ha marcado y sólo ha dado una asistencia de gol. También se espera más aportación de Chuli, atacante cedido por el Getafe. Sólo marcó un gol y se torna más intermitente cuando se le saca de la delantera para ubicarle en banda. El último caso evidente es el de Balbi, un lateral izquierdo casi inédito que había llegado para ser titular y que apenas ha contado ni para Sabas ni para Rodri.

Pese a la gran dificultad de la permanencia, el Extremadura tiene una gran confianza en la capacidad de maniobrar bien sus recursos y fortalecer el plantel en el mercado invernal. La directiva tiene claro que, si mejora los números en su estadio del Francisco de la Hera, el equipo azulgrana llegará con mucha vida a las jornadas finales, donde la afición de Almendralejo puede jugar un papel determinante para la permanencia en la categoría de plata.

El Extremadura volvió a entrenar ayer día de Año Nuevo por la tarde para empezar concentrado el 2019. Hoy repite sesión. En estos primeros ensayos ya se ha escuchado la voz de Rodri: «se acabaron las fiestas, hay que empezar a ganar el partido del sábado desde hoy». Y es que empezar con buen pie será crucial en el camino azulgrana.