Extremadura se paralizó en buena parte para ver el partido de España. Lo vivió con al principio con ilusión, luego con tensión y, finalmente, con mucha tristeza. Pese a que la hora del choque era muy poco futbolística --las cuatro de la tarde--, a buen seguro que los índices de audiencia confirmarán hoy que, como es habitual, la comunidad extremeña es una de las que más siguen a La Roja dentro del estado.

Muchos, como es tradición, lo vieron en distintos establecimientos de hostelería: bares, pubs, restaurantes... Costó encontrar un sitio en los más céntricos de ciudades como Cáceres, Badajoz, Mérida, Plasencia, Almendralejo... En la capital autonómica hubo la ocasión de disfrutar (y sufrir) con el debut de una manera diferente: en el nuevo sistema de 3-D que ofrecían los Cines El Foro.

Banderas y camisetas

En prácticamente todas las localidades ha ido reproduciéndose estos días el mismo fenómeno que se produjo en la Eurocopa del 2008: muchos aficionados han engalando los balcones de sus domicilios con la bandera nacional rojigualda como muestra de apoyo.

Pero la pasión no acaba en las barras. A los más pequeños les ha cautivado el equipo de su país. El ejemplo lo ponen los 102 alumnos del colegio de Educación y Primaria número 2 de Malpartida de Plasencia, acudieron ayer a clase con una camiseta roja, informa Raquel Rodríguez. La iniciativa partió del profesor de Educación Física del centro, Juan Carlos Garrido, que animó a alumnos, profesores y padres a vestir el principal color del combinado de Vicente del Bosque como muestra de ánimo. Fue todo un éxito: no solo los niños lo hicieron, sino también los profesores y un buen número de padres.