El Extremadura hizo bueno su favoritismo en el derbi para imponerse cómodamente al Almendralejo (2-1) en un partido que dominó durante todo momento y que trabajó para obtener una justa recompensa. Por su parte, el Diocesano se dio un atracón prenavideño goleando al Internacional Amistad (6-1).

Los azulgranas supieron madurar bien el encuentro. Tras una primera media hora de juego de alternancias y tenues acercamientos, el Extremadura empezó a rondar el gol después de un saque de esquina ensayado en el que Samed, de potente salto, a punto estuvo de convertir el primero. Lo evitó Aitor. Sin embargo, fue el preludio del primer gol. Una buena jugada combinativa por banda izquierda del Extremadura terminó con un centro al área donde Emmanuel remachó sin oposición. Un gol que marcaría el transcurso del partido y que, al menos, permitió al Extremadura afrontar con más tranquilidad la segunda mitad. Antes del descanso, Almendralejo tuvo dos de sus mejores oportunidades en disparos de golpe franco de Cuadri.

En la segunda parte, el Extremadura imprimió una marcha más y fue encerrando poco a poco a su rival. Emmanuel avisó con un latigazo cruzado que pararía el portero. También lo intentó Guideon desde la izquierda.

La sentencia llegaría en el minuto 76 con el tanto de Vieira, que aprovechó un resbalón de un defensor local. El partido se enrareció entonces con excesivo juego brusco. Yoki fue expulsado y el Extremadura buscó el tercero, pero no lo encontró.

LA GOLEADA DEL ‘DIOCE’ / Partido dominado de principio a fin por el Diocesano, que sentenció nada más empezar la segunda mitad. Por su parte el Club Internacional de la Amistad disfrutó de muy pocas ocasiones y estuvo sometido al ritmo del rival. Al descanso se había llegado con 1-1 tras los tantos de Iván (min. 33) y Campos (min. 39).

Nada más empezar el segundo tiempo un saque largo de Oriol que acaba peinando Manu se cuela en la portería rival en forma de vaselína para poner el 2-1. Seguidamente llegarían dos tantos más de Iván en el 52 y en el 78 marcando un triplete que se completaría con una diana de Badillo a balón parado. Ya en el tiempo, una internada por la banda de Anibal acabó en penalti que transformó él mismo.