El tercer derbi de la temporada en Segunda División B deja consecuencias muy negativas para el fútbol extremeño. Extremadura y Villanovense, dos clubs que tradicionalmente se habían llevado bien, han decidido romper relaciones tras lo acontecido el domingo en el Romero Cuerda. La cuestión no obedece a lo que pasó sobre el verde, sino más bien, a lo que aconteció alrededor del terreno de juego. Parte de la afición del Extremadura tuvo que ver el partido de pie tras pagar religiosamente su entrada sencillamente porque no encontró asiento en el aforo. Ni en la grada supletoria del fondo ni en la tribuna lateral. A ello se le unió el gesto obsceno de algunos jugadores del Villanovense sobre la grada de Almendralejo, que no había tenido ni una mala palabra en todo el partido, tras el pitido final. Fueron varios, pero las cámaras de Canal Extremadura TV pillaron a Xabi Annunziata y el jugador canario tuvo que salir ayer a las redes sociales, avergonzado, para pedir disculpas a la afición del Extremadura.

Estos hechos originaron que ayer, a primera hora de la mañana, el Extremadura emitiera un comunicado oficial anunciando la ruptura de relaciones con el Villanovense. En dicho comunicado se habla de «mal trato» a los seguidores venidos de Almendralejo, defendiendo la ejemplaridad de la afición azulgrana en todos sus desplazamientos y durante muchos años. Se queja también el Extremadura de la posición «calamitosa» (detrás de la portería, a más de 15 metros), que tuvo que soportar la afición para ver el fútbol. Desde el Extremadura entienden también que la Federación Española podría abrir de oficio una investigación para saber si vendieron en el Villanovense más entradas de las permitidas por el aforo en esa parte del campo. Esto fue desmentido por el presidente del Villanovense, José María Tapia, quien ha desvelado que «el error del Villanovense pudo estar en dejar pasar a aficionados del Extremadura de una a otra zona del campo», algo que pudo perder el control de la gente que estaba en cada una de las zonas.

RESPUESTA SERONA / El Villanovense respondió oficialmente al Extremadura en otro comunicado asegurando que el club había cumplido con los protocolos de seguridad establecidos. Afirma tajantemente que vendió 500 entradas para fondo y que las gradas supletorias hacen capacidad para 504 asientos, señalando que no se vendió ni una entrada más. Desde el club serón han lamentado que el Extremadura se haya expresado en términos como «auténtica vejación» o «maltrato», y alega que ni la Policía Nacional ni el acta arbitral lo reflejan así. Los serones también lanzan una pullita en su escrito y subrayan que «si su propósito es ocultar una posible crisis deportiva y/o institucional, sepan que este no es el camino, manchando el nombre de otro club».

Por todo ello, el Extremadura ha decidido comunicar que no enviará entradas a siete euros en el derbi de la segunda vuelta en Almendralejo a aficionados serones y que da por rotas las relaciones «si no hay una rectificación y disculpas por parte del Villanovense».

Joaquín Zulategui, del Extremadura, ha comentado que en el comunicado del Villanovense no hay disculpas públicas «y debe haberlas». El club si ha aceptado las disculpas públicas de Annunziata por la peineta que le dedicó a la afición azulgrana.

José María Tapia ha declarado que «esto no es plato de buen gusto para nadie. Pido disculpas desde mi persona, y en nombre del club, a los aficionados que vieron de pie el partido. Hay que analizar qué pasó y subsanarlo para otras ocasiones». Eso sí, el máximo mandatario serón dejó claro que no va a consentir que nadie insulte a su persona, familia o club por las redes sociales.

El derbi se cobra una relación de clubs. La tensión se lleva por delante todo tipo de pasiones.