La resaca del primer derbi de la temporada entre Extremadura y Villanovense (1-1) ha dejado buenas sensaciones en ambos equipos, que consiguen desde la primera jornada estrenar el casillero de puntos y abandonar el temido cero de inicios de liga. Los técnicos de ambos coinciden en señalar que la igualada fue el resultado más justo, reconociendo ambos que el juego y la posesión fue del Villanovense, aunque las opciones de mayor peligro las creó el Extremadura.

Diego Merino sabe que el punto es bueno porque enfrente "nos medimos a un gran equipo que, con balón, tiene más velocidad que nosotros". Lamenta no haber matado el partido con la ocasión de Diego en la segunda parte, "pero doy por bueno el empate". El técnico azulgrana sabe que su plantilla hizo un esfuerzo titánico para lograr el punto: "sabemos que tenemos que ir al límite en cada partido para poder competir en esta liga con las armas que tenemos. Si a día de hoy nos comparamos con el Villanovense, los humildes en todo somos nosotros", dijo. Merino recordó una vez más que le faltan piezas para tener profundidad. Es alarmante la falta de jugadores de banda en la medular y confesó que "a veces hemos jugado como hemos querido y otras como hemos podido".

Por su parte, Manolo Sanlúcar, técnico del Villanovense, se mostró crítico por la falta de intensidad de su equipo en los primeros minutos de juego, momento del gol de David Agudo y otra ocasión clamorosa del mismo protagonista: "un equipo entró a 2.000 por hora y otro a menos 1.500", dijo de manera gráfica. El andaluz cree que a su equipo le faltó paciencia y "saber elegir mejor el último pase" para generar más ocasiones claras. Eso sí, en su análisis tiene claro que su equipo dominó más el partido y que el empate les sabe a poco, sobre todo por el inicio de encuentro.