El portero extremeño César Sánchez fue uno de los protagonistas del entrenamiento de ayer en el Real Madrid. Estuvo a punto de marcharse a los vestuarios antes de tiempo si no llega a intervenir el entrenador, Vicente del Bosque.

El meta suplente, nacido en Coria, comenzó trabajando con el preparador de porteros, Antonio Amieiro, con el que tuvo alguna palabra subida de tono por su falta de intensidad. En un momento determinado el jugador encaminó sus pasos hacia el vestuario, momento en el que Del Bosque intervino pidiéndole que se tranquilizara.

Tras unos minutos en el banquillo, el portero siguió con el entrenamiento sin volver a trabajar con Amieiro, que estuvo hablando con el entrenador al final de la sesión. No es la primera vez que César tiene que ser recriminado por su falta de entrega en los entrenamientos, ni la primera vez que exterioriza su nerviosismo.

MIÑAMBRES Y SU CRISIS

Por su parte, Oscar Miñambres compareció ante los periodistas tras haber tenido que abandonar la concentración de la selección sub-21 por una crisis de ansiedad y afirmó que había sentido "un momento de agobio por circunstancias personales y profesionales".

"Estoy bien y tampoco ha sido nada importante. Fue un momento de agobio por circunstancias profesionales y personales. Me vine a casa con mi familia. Ahora sólo tengo muchas ganas de ayudar al equipo en lo que nos queda. Son problemillas que se acumulan. Quizá en la selección esperaba jugar, no fue así y salté", dijo Miñambres.