Roberto Fabián Ayala, jugador del Valencia, al que el club le abrió el sábado un expediente por sus declaraciones contra el presidente y director deportivo, se entrenó ayer con normalidad y al acabar la sesión generó división de opiniones entre los aficionados.

El futbolista se encuentra enfrentado con los máximos dirigentes de la entidad, a los que acusó de engañarle en su renovación, y a los que ha manifestado su intención de no jugar más con el equipo.

El argentino no rehuyó el contacto con los aficionados al término de la sesión de trabajo y estuvo firmando numerosos autógrafos y haciéndose fotos con los seguidores, en los que despertó opiniones encontradas: unos le aplaudían y otros le increpaban.