Domingo más bien negro para los equipos extremeños de Segunda B y ambiguo para los de Tercera, pero las vibraciones no son buenas para los meses que quedan de competición.

Parece que los de la categoría de bronce no depararán ninguna alegría y bastante harán si todos continúan en la categoría la próxima temporada.

El plato fuerte del día estaba en el Francisco de la Hera, pero al final resultó ser más bien raquítico. El Extremadura y el Badajoz cumplieron el tópico del mal partido cuando dos vecinos se enfrentan. Lo peor es que ni siquiera les esperan grandes emociones en el horizonte, a no ser que sus respectivos panoramas cambien. Metidos en tierra de nadie y a 11 y 9 puntos del cuarto clasificado de la tabla, respectivamente, están más concentrados en conseguir un poco de estabilidad institucional y en empezar de cero la próxima campaña.

Menos halagüeño es lo de Díter, Don Benito y Jerez. Los zafrenses perdieron frente a otro de los equipos de abajo, el Alcalá, y no puede estar demasiado tranquilo, pese a que había acumulado bastantes puntos en la primera vuelta liguera. Intentará hacerse fuerte en casa, algo que no consiguieron ayer ni rojiblancos ni verdinegros. Ambos están en zona de descenso y no dan síntomas de solidez. Especialmente preocupante es el caso del Don Benito, que todavía no ha conseguido ganar en lo que va de 2005. La influencia del traspasado Ruano era incluso mayor de lo que podía intuirse.

LA TERCERA Un nivel por debajo, Mérida y Cerro de Reyes tienen el pasaporte virtual para la fase de ascenso, resolviendo con más o menos problemas sus respectivos compromisos frente a Grabasa Burguillos y Badajoz B, dos serios candidatos a jugar en Preferente dentro de unos meses junto con el Arroyo, ya sentenciado si no tercia un milagro.

Mientras tanto, el Moralo reaccionó con un triunfo frente al Imperio, al que frena en su impulso de equipo revelación en la búsqueda de entrar en la fase de ascenso a Segunda B. Exactamente lo mismo le pasó a la otra sorpresa positiva de la temporada, el Villanueva Promesas, que pierde gas tras caer en su propio estadio ante el Extremadura B.

En el capítulo del sonrojo quedan el Villanovense y el Cacereño. En el caso de los serones, el 4-1 en el estadio del Plasencia --un equipo plano esta temporada-- tiene arreglo. Más sangrante resulta la nueva derrota del Cacereño, esta vez en Coria ante el creciente equipo celeste (3-1). Bernardo Plaza fue expulsado, expresando la frustración que rodea a un club al que le queda un calvario hasta final de temporada.