Fue un golpe durísimo, tremendo, para el deporte en general, para el motociclismo y, sobre todo, para el Mundial de MotoGP. Sí, también para Estados Unidos, pues perdía a uno de sus grandes campeones, aunque sabido es que las motos en USA no son uno de los deportes ni más seguidos ni más impactantes. Pero, sin duda, la desaparición, el fallecimiento, en unas circunstancias impensables del campeonísimo estadounidense Nicky Hayden, mejor persona, mucho mejor persona, que piloto, conmocionó a todo el mundo.

El 17 de mayo del 2017, Hayden, que se entrenaba en una bicicleta de carretera, de carreras, fue atropellado por un conductor, de 31 años, cerca, muy cerca, del circuito de Misano-Marco Simoncelli donde, la próxima semana, se celebrará el Gran Premio de la República de San Marino. Cinco días después, Hayden moría, en el Hospital de Cesena, a consecuencias de las múltiples lesiones sufridas.

Punto donde se produjo el accidente, en Misano, y estado en que quedó el Peugeot. / EFE / TOMMASO TORRI

El próximo 10 de octubre se celebrará el juicio de este accidente en el que la familia del piloto norteamericano exige una indemnización al conductor por daños personales de 6 millones de euros, el máximo que concede la ley, según explica hoy el diario ‘Il Resto dil Carlino’. Los abogados del conductor ya conocían, desde el pasao 11 de julio, la petición de la familia de Hayden.

Exceso de velocidad del conductor

Hayden, que murió de múltiples fracturas y lesiones, estaba entrenándose con una de sus bicicletas de carretera, que permaneció en la comisaria hasta que fue recogida por el abogado de la familia, Maresi Moreno. Desde el primer momento, quedó confirmado que el piloto se había saltado el stop que hay en la intersección de las calles Tavoleto y Raffaelli en Misano (provincia de Rimini), justo en el momento en que pasaba el Peugeot, cuyo conductor pasó, sin problemas ni sanción, los controles de alcohol y drogas. El conductor reconoció, en su momento, que iba a trabajar y que “de pronto, apareció un ciclista procedente de una calle lateral y no pude evitarlo de ninguna manera”.

Es evidente que la reclamación de la familia Hayden complica el caso, quedando todo en manos del resultado del dictamen pericial solicitado, en su momento, por el fiscal de Rimini. Todo parece indicar que la investigación policial y legal señala como culpable al conductor del Peugeot que golpeó al ciclista. Los investigadores, basándose, incluso, en videos existentes del accidente, reconocen que Hayden entró en Via Tavoleto sin respetar la señal de stop que hay en ese cruce, pero el conductor del Peugeot no estaba respetando, en aquel momento, los límites de velocidad. Según revela hoy el diario ‘Il Resto dil Carlino’, el límite de velocidad en ese cruce es de 50 kilómetros por hora y el Peugeot circulaba a 72,8 kms/h.

Los pilotos de MotoGP han homenajeado muchas veces a Nicky Hayden. / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Ahora, claro, se producen, todo tipo de especulacions. Tanto la familia de Nicky Hayden como sus abogados defensores e, incluso, la fiscalía italiana, consideran que “Nicky se podía haber salvado si el conductor que impactó con él hubiese respetado, al menos, el límite de velocidad de 50 kms/h.”. Autunno y Pisciotti defienden que “ni siquiera circulando a 50 kms/h. se hubiese podido salvar Nicky Hayden”.

Un título en 14 años

Autunno y Pisciotti, que han preparado concienzudamente la defensa de su cliente, reconocen, a pocos días del juicio e, incluso, a pocas fechas de que se inaugure una escultura en honor de Nicky Hayden cerca del punto donde se produjo el accidente, que su cliente, de 31 años, “sigue en estado de shock, no hay día que no piense en aquel accidente, en aquel impacto y continúa acudiendo periódicamente al psicólogo para tratar de recuperarse de aquella desgracia”.

Nicky Hayden (Owensboro, Kentucky, EEUU, 30 julio de 1981 -- Misano, Italia, 22 de mayo del 2017), un piloto familiar, amable, encantador, cómplice, limpio en la pista, tal vez sin la agresividad y talante de otros compatriotas del Mundial de 500cc, como Kenny Roberts, Kevin Schwantz o Randy Mamola, fue campeón del mundo en 2006 con Honda. 'The Kentucky Kid' ganó, cierto, solo tres grandes premios a lo largo de sus 14 temporadas en las máxima categoría (nueve en Honda y cinco en Ducati) y se subió en 28 ocasiones al podio. Fue, sin duda, una de las personas más queridas del ‘paddock’ del Mundial de las últimas décadas. Su dolor, como el de Marco Simoncelli, aún perdura en el campeonato y muchos, muchos, enarbolan la pegatina del nº 69 continuamente, en sus cascos, en sus motos, en los ordenadores, en sus coches.