Alberto Contador (Astana) cumplió los pronósticos con una exhibición en la etapa reina de montaña, imponiéndose en la sexta etapa de la París-Niza, disputada entre Saint-Paul-Trois-Ch teaux y La Montaña de Lure, de 182,5 kilómetros, en la que recuperó el maillot amarillo.

Contador expuso su mejor versión escaladora con un ataque incontestable a 8 kilómetros de la cima, con un ritmo insoportable para todos sus rivales, que fueron cediendo ante el empuje del madrileño, quien entró en meta con un tiempo de 4 horas, 47 minutos y 46 segundos, a una media de 38.05 km/h.

Un golpe de autoridad que le permitió recuperar el liderato y convertirse en el indiscutible favorito para proclamarse el próximo domingo ganador por segunda vez en la París-Niza. La cuarta victoria de la temporada, camino de la segunda por etapas después de su éxito en la Vuelta al Algarve.

La segunda plaza de la etapa fue para el luxemburgués Frank Schleck (Saxo Bank) y la tercera para Luis León Sánchez (Caisse D´Epargne), ambos a 58 segundos del vencedor. A continuación, a 1.27, entró un grupo con Cadel Evans y Samuel Sánchez. El líder, el francés Sylvain Chavanel, cruzó la línea a 1.50, por lo que cedió el liderato a Contador.

Buena jornada para el ciclismo español, ya que Luis León Sánchez fue protagonista en el ascenso final y se colocó segundo en la general a 1.13 de Contador. El campeón olímpico Samuel Sánchez entró séptimo en la cima de Lure y ocupa idéntico puesto en el top ten , a 2.14 del líder. Toni Colom (Katusha) es noveno a 2.35.

Contador puso las cosas en su sitio. Líder de la general, aún espera dos jornadas de montaña para poner el broche de oro a su triunfo final en la carrera del sol , que ya brilla a favor del ciclista madrileño. Hoy se disputa la séptima etapa entre Manosque y Fayence, de 191 kilómetros.

SUFRIR MUCHO "Era el día en que era posible hacer diferencias y hemos trabajado para ello. El equipo ha hecho lo que tenía que hacer, es decir, controlar la etapa desde el principio", señaló Contador al final de la etapa.

El ganador del Tour, Giro y Vuelta reconoció que sufrió "mucho en los últimos kilómetros", pero que a la vez sabía que en la dura subida a la Montaña de Lure se estaba jugando el triunfo en la París-Niza.

"Esta carrera es difícil todos los días, por lo que estoy cansado como en todas las jornadas anteriores. De momento estoy feliz por haber recuperado el maillot amarillo. Mañana será otro día", concluyó el líder de la París-Niza.