Mo Farah volvió a demostrar en la final de 5.000 metros, que ganó con 13.03.30, que es imbatible a cualquier ritmo. Con una última vuelta en 52 segundos, apretado por el etíope Hagos Gebrhiwet(plata) y Paul Chelimo, este último descalificado finalmente por correr fuera de la cuerda, el atleta nacido en Mogadiscio sumó su segundo doblete olímpico tras la victoria en el 10.000 de Río y las dos medallas logradas en Londres, en los Juegos de su país de acogida. La descalificación de Chelimo, junto con las de Ahmed y Edris, permitió al incombustible Bernard Lagat ganar el bronce a los 41 años.

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El 1.500 se convirtió en la carrera más táctica de los últimos 80 años, en la que no faltaron las caídas, los empujones y los codazos. Desde losJuegos de Los Angeles en 1932, cuando el italiano Luigi Beccaliganó el oro con 3.51.2 minutos (y cronometraje manual), nunca se había corrido tan lento. El gran perjudicado fue el keniano Asbel Kiprop y el más rápido, Matthew Centrowitz que ganó con 3.50.00 gracias a un último 500 cubierto en 1.05, confirmando el buen momento del mediofondo estadounidense. El español David Bustos, repescado tras una caída en la semifinal, finalizó en séptima posición.

SEMENYA, FELIX Y MERRITT

La final de 800 femenina fue todo lo contrario, muy rápida, al imprimirse un fuerte ritmo desde la salida. Ganó la favorita, Caster Semenya con su mejor marca personal (1.55.28) y undécima mejor marca de siempre en la doble vuelta a la pista. La sudafricana, que batió récord nacional, fue apartada temporalmente del atletismo en 2009 para ser sometida a un examen de género dada su aplastante superioridad y su aspecto masculinizado.

Con la victoria de Estados Unidos en el relevo largo femenino,Allyson Felix sumó su sexto oro y refrenda su honorífico título de ser la atleta con más títulos olímpicos en su historial deportivo, cinco de ellos logrados precisamente en carreras de relevos. El único oro individual lo obtuvo en los Juegos de Londres, en los 200 metros.

La última posta de Lashawn Merritt dio la victoria a Estados Unidos en el relevo 4x400, el único título que consigue el país norteamericano en la velocidad sin vallas, precisamente en la última prueba en pista en el estadio olímpico de Río, conocido popularmente como 'Engenhao'.