El día 10 de noviembre del pasado año, este periódico anunciaba, a través de la propia protagonista, que había decidido tomarse "un año sabático". Justamente cuatro meses después, la arquera Fátima Agudo (Zafra, 15-6-1968) resurgió, cual Ave Fénix, como la policampeona que es. Una competidora impenitente. Eterna. Y lo hizo a lo grande: proclamándose campeona continental IFAA, modalidad en la que ha participado por primera vez, atraída por la "curiosidad".

En una semana con multitud de deportistas de la comunidad que podían ser protagonistas estelares de esta sección (las atletas Tania Carretero o Teresa Urbina o cualquiera de los nadadores que cubrieron de oro la representación extremeña en los campeonatos de España adaptados) la evidencia de la vuelta gloriosa de Agudo hay que contextualizarla en el peldaño más alto.

La extremeña había alegado "saturación" en su retirada temporal. Pero el gusanillo del retorno le ha picado pronto. Se enteró a principios de este año que se iba a disputar el Campeonato de Europa IFAA (International Field Archery Association) en Segorbe (Castellón), y siendo ésta una modalidad que nunca había entrenado, se propuso hacerlo. Sin presión. Para disfrutar. La IFAA es una asociación paralela a la FITA (Federación Internacional de Tiro con Arco), pero enfocada a la caza, recorridos de bosque, diferentes tipos de arcos, con o sin visor, materiales de construcción... pero también es clave la precisión, y es ahí donde ella encontró un hueco para "ver qué pasaba".

Explica su entrenador y marido, Cayetano Martínez , que las dianas IFAA son diferentes a las FITA, "siendo éstas más grandes y con el centro de diferente color, por lo cual se premia más la consistencia que la precisión pura y dura", ya que se supone que un arquero de precisión es capaz de acertar en un objetivo que equivaldría a un 9 en una diana FITA estrictamente de precisión, que es a las que Fátima está acostumbrada a tirar.

Puntuación top

De esta manera, explica Martínez, "ella sabía que todo lo que metiera dentro del 9 sería un acierto en las nuevas dianas, que puntúan del 1 al 5, pero tendría que estar muy concentrada durante las 180 flechas (60 cada uno de los 3 días de competición) para no tener ni un solo despiste, ya que las diferencias entre las mejores son mínimas y muy difíciles de recuperar".

El primer día, con los nervios propios de lo novedoso, fue bastante bien y Fátima hizo "pleno", es decir, 60 flechas en el 5. El segundo día, ya con más soltura, también fue perfecto, con otras 60 directas a su objetivo. Líder indiscutible, al ser la única mujer en llevar una puntuación impoluta y depender de sí misma para ganar, al mismo tiempo que ponía a tiro de la extremeña el récord de Europa, que está en 179 5s y un solo 4.

En las 60 últimas flechas cometió un error, quedándose casi sin tiempo para tirar la última de una de las tandas, por lo que tenía que montar el arco, tensar, apuntar y tirar en menos de 20 segundos, algo a lo que no está acostumbrada y lo que supuso que no pudiera precisar bien la puntería. Metió el único 4 de toda su competición.

Al final, terminó con 899 puntos de 900 posibles, igualando el récord de Europa, pero no siendo poseedora de él al haber hecho menos 'X', que es un anillo adicional y más pequeño que hay en el centro de la diana y que sólo sirve para dirimir situaciones como éstas. Tremendo, en cualquier caso.

La segedana de nacimiento y cacereña de adopción, estandarte del San Jorge, sigue ahí, "como un coloso dormido", alguien que es indiscutiblemente superior, y que incluso en una temporada de transición, sólo haciendo uso de lo que ella lleva dentro y habiendo reducido sus entrenamientos a menos de la mitad, responde como sólo los elegidos lo saben hacer: ganando.