Con 35 años, José Antonio Sony Vázquez ha visto muchas cosas en su carrera, mayoritariamente desarrollada en las categorías LEB. Una de ellas es inspiradora para el Cáceres 2016: en el 2003, jugando para el León, remontó un 2-0 desfavorable ante el Bilbao, que tenía el factor campo a favor. Actualmente en el Ourense, Vázquez da las claves para que los extremeños repitan esa proeza: "Hay que ir partido a partido, solamente pensar en el tercero. Ganarle, meterle presión al rival en el cuarto y, si provocas el quinto, saber que puede pasar cualquier cosa, aunque sea fuera de casa".

El veterano alero recuerda con nitidez lo ocurrido en aquel playoff , "uno de los mejores momentos de mi trayectoria". Curiosamente, también logró lo mismo en LEB Plata en un Ourense-Huesca, con la particularidad de que en ese caso empezó perdiendo los dos primeros encuentros en casa. Sabe de lo que habla, pues.

"Creo que el Burgos puede salir relajado, aunque no quiera. Sabe que tiene tres oportunidades para sentenciar y el Cáceres va a salir muy motivado. Pero cuidado porque si llega al quinto partido jugando en su pabellón, puede sentir la responsabilidad cada vez mayor con el paso de los minutos, como le ocurrió aquel año al Bilbao", añade Vázquez.

En su opinión, "se puede tener un sentimiento de que todo está acabado cuando vas 2-0, pero no es así. El Cáceres es un equipo muy difícil de batir en casa y con el público puede dar el paso adelante".

Confianza

Los jugadores del Cáceres 2016 se apuntan a esta particular fe del que parece muy tocado. El club se ha esforzado en distribuir declaraciones optimistas como las de Carlos Cherry ("esto no se ha terminado y aún queda mucho") y Juan Sanguino ("ningún miembro de la plantilla quiere irse de vacaciones").

Otra batalla vital es la de llevar público al pabellón. Para Francis Sánchez, "el Burgos tienen que sentir lo que es el fuego, el calor y, dentro de un ambiente deportivo, el Multiusos tiene que ser una caldera". Parece que Albano Martínez ha cogido el mensaje de la temperatura: dijo en Diario de Burgos que a su equipo le espera "un infierno" en el Multiusos.