Durante la mañana de ayer, surgió la gran duda: ¿dónde se jugaría finalmente el Cacereño-Melilla del domingo? La Federación Española de Fútbol aún no había confirmado el escenario después de que el club extremeño emitiera un informe en el que detallaba que su estadio no reúne condiciones de seguridad para que se disputen encuentros oficiales. El informe recibió el visto bueno ayer.

Finalmente, la nacional dio el visto bueno a la petición del Cacereño y, sobre las 13.00 horas, informó en su página web que el encuentro sería en Miajadas. Una hora antes, el entrenador verde, Julio Cobos, pronosticó que el partido sería en el Príncipe Felipe, ya que no había notificación alguna sobre el cambio.

Disipada la incógnita. Se acabó la incertidumbre que rondaba, aunque el consejero delegado del club, Antonio Martínez Doblas, nunca lo ha dudado y ya desde el pasado martes por la noche decía estar seguro de tener "todo arreglado". Después se han producido el resto de acontecimientos, visitas de federativos al Príncipe Felipe y el Municipal miajadeño incluidos.

La federación española ha dado la razón al Cacereño y considera que el recinto no está apto ni es seguro para albergar partidos de competición. "Hay riesgo para la seguridad de las personas", afirma el informe de la nacional corroborando el del propio club extremeño.

El análisis del Cacereño incluía fotografías y un detallado inventario de deficiencias, ahora confirmadas oficialmente. La caída de la torreta de iluminación, además del peligro de los cristales rotos derivados del temporal del pasado fin de semana, son algunos de los problemas que han acentuado durante la semana el "lamentable estado" del estadio de fútbol.

"Yo estoy deseando jugar en el Príncipe Felipe, pero no me hago responsable. El techo del servicio de Preferencia, por ejemplo, también se cae", agregó durante la jornada de ayer Antonio Martínez Doblas.

Mientras tanto, el director general de la entidad, Angel Marcos, era un hombre pegado ayer a un teléfono móvil. "Solamente nos queda la confirmación de la española", dijo a los periodistas en el propio estadio. Después llegaría el técnico, su pronóstico y su deseo que, al igual que los jugadores, era el de disputar el choque en el estadio Príncipe Felipe, pese a que su estado del terreno de juego esté especialmente mal esta semana. Nada nuevo bajo el sol, aunque esta vez bastante acrecentado.

CRISTALES Y ALTAVOZ "Se han caído cristales e incluso un altavoz de Tribuna", añadió Marcos en un receso de sus múltiples conversaciones telefónicas que estaba manteniendo en una mañana especialmente ajetreada. "Desde el martes lo sabe el delegado del Melilla", dijo, cuestionado sobre la falta de confirmación del próximo rival del cambio de escenario.

Mientras tanto, Julio Cobos deseó que, se jugara donde se jugara, era "muy importante el apoyo de la afición" de cara al encuentro ante el Melilla. El técnico insistió en que la semana de trabajo había sido especial, "pero más fuera que dentro", ya que, aseguró, su equipo había estado "centrado en el trabajo de cara al próximo partido, en el que queremos resarcirnos de la última derrota".

"Vamos a dejar ya de darle vueltas y vamos a pensar en el partido, que es muy importante y nos jugamos mucho", insistió, ya por la tarde, Angel Marcos, algo incómodo con la situación ante el revuelo mediático que se ha generado durante los últimos días. No era para menos, dadas las circunstancias, nada habituales, que se han dado.