El viernes, a partir de las 19.00 horas, en la sede de la Federación Extremeña de Fútbol, en Badajoz. A esa hora y en ese escenario, la reunión de la junta directiva de la territorial abordará qué hacer tras los últimos sucesos protagonizados por el presidente del Cerro de Reyes, Antonio Olivera, Cachola .

El presidente de la federación, Juan de Dios Monterde, guarda un cauto silencio para no contribuir a enturbiar más el ambiente y, en principio, no se pronunciará públicamente hasta ver qué sucede el propio viernes. Pero buena parte de los miembros de la directiva, con varios presidentes de Tercera entre ellos, ya han mantenido durante los últimos días conversaciones en las que se ha propuesto crear un frente común para tomar medidas encaminadas a que "no haya que lamentar algo grave", dicen.

La preocupación por los últimos sucesos ha llegado ya a la delegación del Gobierno en Extremadura y a la propia Junta. Responsables de estos organismos ya han contactado con Monterde para trasladarle sus temores y para consensuar medidas y no se vuelvan a presenciar incidentes tan graves como los mostrados por las cámaras de Canal Extremadura TV, en los que se ve al dirigente cerrista zarandeando una valla del Viejo Vivero e insultando al entrenador del Cacereño, Angel Alcázar.

"Tenemos que hacer algo", dicen los clubs dentro de una cautela general que les impide manifestarse públicamente por lo que ellos consideran un problema muy grave "al que hay que poner coto". Parte de ellos también sostiene que la competición está siendo adulterada.