Por decisión de José Mourinho, el Real Madrid dejó alto y sin regar el césped del Bernabéu, según algunas interpretaciones para perjudicar al Barcelona. Pero, teóricamente, el entrenador portugués no podrá utilizar la misma artimaña para la final de Copa de pasado mañana en Mestalla. La federación es la organizadora del partido y la responsable de tutelar y preservar las mejores condiciones del terreno de juego. El campo debería estar perfecto para la final, ya que el Valencia no juega en su estadio desde el domingo de la pasada semana. Los aspersores del Bernabéu se encendieron al final del partido.