El torneo de Wimbledon se abre a las apuestas, a los comentarios y al frenesí de dos semanas de hierba en la competición de tenis más prestigiosa del mundo, en la que el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal viven y tienen destinos y objetivos diferentes.

Para Federer regresar a Wimbledon es un alivio después de perder la final de Roland Garros ante el zurdo de Manacor. El suizo ya ha igualado los tres títulos consecutivos de Pete Sampras en La Catedral, pero ahora persigue nuevos retos. De ganar su primer encuentro el lunes contra el peligroso francés Richard Gasquet, ganador del torneo de Nottingham, romperá el récord de 41 victorias consecutivas sobre hierba, que comparte con el sueco Bjorn Borg.

Además, Federer aspira a unir su nombre al de Bjorn Borg y Pete Sampras como únicos jugadores, desde que comenzó la Era Open (1968) que han ganado cuatro veces consecutivas.

Su preparación ha sido la adecuada y al proclamarse campeón en el torneo de Halle ante el checo Tomas Berdych, por cuarta año consecutivo, Federer ha puesto a punto su raqueta y se encamina hacia su cuarto título en La Catedral, donde sigue imbatido desde que el croata Mario Ancic diera la sorpresa al ganarle hace cuatro años en primera ronda.

SUEÑO Para Nadal, Wimbledon es un sueño, y quince días después de ganar por segunda vez en Roland Garros se presenta con nuevos ánimos en un torneo por el que guarda especial veneración desde siempre.

Semifinalista júnior en el 2002, Nadal acude por tercera vez al cuadro principal con la vitola de ser, en el futuro, uno de los aspirantes para ganar en la Catedral, donde ya en el 2003 fue capaz de alcanzar la tercera ronda, convirtiéndose en el más joven jugador en lograrlo desde Boris Becker en 1984, cuando el germano contaba sólo 16 años.

Este vez, después de ampliar su récord de victorias consecutivas sobre tierra a 60, Nadal ha cuidado con celo su concurso en Wimbledon. Tras alcanzar los cuartos de final en Halle y disfrutar unas cortas vacaciones en Palma, el martes ya se encontraba en Londres practicando sobre la hierba del All England Club. Una exhibición en un torneo londinense ha servido para ultimar su preparación para este torneo que quiere ganar un día.

El solo hecho de participar constituye ya un desafío para Nadal después de haber ganado hace 15 días y en tierra el segundo Grande de su carrera. Nadie, desde el sueco Bjorn Borg, en 1980 ha sido capaz de ganar en París y Londres la misma temporada. Ese es el gran desafío de todo tenista.

FELICIANO El torneo vuelve con el grato recuerdo del pasado año cuando Feliciano López colocó su nombre por primera vez en los cuartos de final de un Grande, y se convirtió en el primer español en lograr esa ronda desde Manuel Orantes en 1972.

Tres nombres aparecen este año entre los grandes favoritos a retar a Federer, el estadounidense Andy Roddick, dos veces finalista, el australiano Lleyton Hewitt, campeón en el 2002 y que viene de ganar en Queen´s como hace seis años, y el croata Mario Ancic, triunfador por segundo año consecutivo en Hertogenbosch.

El inglés Tim Henman volverá a ser la gran esperanza del tenis británico para intentar acabar con la condena que supone organizar el torneo más prestigioso del mundo y no disponer de un ganador de esta nacionalidad desde Fred Perry, hace 70 años.