El primer grande del año, el Abierto de Australia (15-28 de enero), está a la vuelta de la esquina y la mayoría de grandes nombres del tenis mundial están todavía recuperándose de sus numerosas dolencias y aplazando su debut en la nueva temporada. Solo el suizo Roger Federer ha llegado a este inicio de ejercicio con la forma mínima exigible para aspirar al que sería su vigésimo título de Grand Slam. Su leyenda no ha dejado de crecer en todo este tiempo, y eso que hubo una época en la que parecía dirigido hacia la retirada. Pero no ha sido así.

Federer, a sus 36 años, dominó ayer sin problemas al japonés Yuichi Sugita (6-4, 6-3) en la primera jornada de la Copa Hopman, el campeonato mixto por países que se disputa en Perth (Australia), y demostró además que los años no pasan para él.

muy OPTIMISTA / «Tengo la impresión de seguir jugando bien, espero que dure mucho tiempo», dijo Federer, que saldrá favorito para repetir su título en Australia, donde el año pasado consiguió uno de sus dos grandes; el otro fue en Wimbledon.

Mientras, los demás grandes del tenis están dando largas a su vuelta a las pistas, con molestias más o menos graves. Rafael Nadal renunció a Abu Dabi y luego a Brisbane, y se presentará en Australia el día 4 para comprobar si su rodilla derecha le da tregua. Novak Djokovic tampoco estuvo en Abu Dabi y no jugará en Doha por los persistentes problemas en el codo derecho, mientras que Andy Murray solo jugó un set ante Roberto Bautista en Abu Dabi por problemas de cadera. El japonés Kei Nishikori (muñeca) es baja para Sídney, que empieza el 7 de enero, y del suizo Stan Wawrinka aún no se sabe nada.

En su ausencia, Roberto Bautista perdió ayer ante el sudafricano a Kevin Anderson, por 6-4 y 7-6 (7-0), la final de la exhibición de Abu Dabi, donde Serena Williams regresó tras su baja de once meses por maternidad con una derrota ante la letona Jelena Ostapenko (6-2, 3-6 y 10-5).