La derrota de ayer no amargará ni un ápice el año de Rafael Nadal. "Ha sido una temporada irrepetible, fantástica y me voy de Londres feliz por año fantástico para mi carrera", valoraba el número uno mundial minutos después de haber perdido la final de la Copa Masters. Ganarla habría sido la guinda pero el campeón mallorquín se daba por satisfecho.

"He perdido la final pero he tenido también una semana fantástica ganando cuatro partidos a cuatro de los mejores jugadores del mundo y en una superficie que no es la mejor para mí", decía satisfecho. Nadal cierra el año como indiscutible número 1 mundial, después de haber ganado tres Grand Slams seguidos en diferentes superficies, algo que nadie había conseguido hasta ahora. El tenista se apuntó ayer 1.000 puntos en la clasificación mundial que lidera con 12.450 puntos, por delante de Roger Federer que acaba con 9.140 puntos. Una diferencia que le permitirá empezar la temporada tranquilo en el Abierto de Australia, objetivo que tiene entre ceja y ceja desde que ganó el Abierto de Estados Unido. De ganarlo, podría encadenar los cuatro grandes seguidos, aunque no en un mismo año.

Pero esa ventaja ya no está en su cabeza. "El año que viene empezaré con el marcador a cero y mi único objetivo inicial es volver a jugar la Copa Masters", aseguró.

Nadal lo tiene claro desde que comenzó a jugar al tenis . De nada sirve vivir de los recuerdos aunque sean tan agradables como los que ha conseguido este año. "No solo este año --apuntó-- lo que me hace feliz es que llevo seis temporadas entre los dos mejores del mundo", matizó.

Nadal sabe lo que es sufrir. No todo ha sido un camino de rosas desde que debutó en el circuito con 16 años. Nadal ha sufrido lesiones como la del 2005 que le mantuvo cinco meses fuera y que le hizo temer por su continuidad. O los problemas del 2009 cuando una tendinitis en las rodillas lo estuvo machacando. Eso sin olvidar problemas familiares.

Fin a la ansiedad

Sin ir más lejos esta temporada no la empezó tampoco bien. Se retiró lesionado en Australia y hasta Montecarlo no logró su primer título en 11 meses. "He pasado situaciones difíciles, por eso valoro mucho aquel triunfo en Montecarlo. Fue importantísimo. Me permitió acabar con mi ansiedad", admitió.

En su tierra preferida se rearmó para volver a creeer en él y "conseguir un nivel de tenis que ha sido fantástico", aseguró. Tras Montecarlo vino el quinto Roland Garros, el segundo Wimbledon, el número 1 y esa asignatura pendiente que quedaba en el US Open. "Creo que soy mejor jugador y he conseguido jugar bien en unas pistas que me costaba. Estoy muy contento. Así que Felices Navidades para todos", proclamó Nadal.