Créanselo, es cierto. Fernando Alonso, que salía desde la decimoquinta posición, se ha llevado la victoria en el espectacular GP de Singapur. Tras una carrera increíble, casi surrealista, en la que el asturiano partía desde la decimoquinta posición, un Safety Car inmediatamente después de que Alonso entrara a repostar fue lo que le dio la oportunidad necesaria. Y como sólo el sabe hacerlo, tomó esa oportunidad, y la aprovechó al máximo.

Por detrás, enfrascados en una batalla por la segunda plaza y sin llegar a incordiar nunca al Renault, que volaba en cabeza, llegaron Nico Rosberg, que también realizó un carrerón, y Lewis Hamilton, a quien estos seis puntos de hoy le saben a gloria después de que su máximo rival por el Mundial, Felipe Massa, quedara fuera de los puntos tras una GP muy accidentado.

Con todo, primera victoria de la temporada para Renault y primera para Fernando Alonso que, hoy sí, gozó de la fortuna que le había faltado en las anteriores carreras.

Salida premonitoria

La salida de Singapur fue de las más tranquilas en lo que va de año. Las cuatro primeras posiciones se mantuvieron igual sin ningún esfuerzo, y sólo Kovalainen, que cometió un error, se fue hacia atrás. Pero Fernando Alonso ya dio síntomas de que hoy iba a ser un buen día cuando, antes de concluir la segunda vuelta, se colocaba el 11, ganando cuatro posiciones.

Massa, Hamilton y Raikkonen impusieron un alto ritmo y se fueron escapando. Parecía que todo iba a ser un nuevo duelo entre el brasileño y el británico cuando, en la vuelta 14, Piquet sufría un fuerte accidente, aunque sin consecuencias para el brasileño, que obligaba al Safety Car a entrar en pista. El más contento de todos, sin duda, era Alonso, que había parado a repostar dos vueltas antes, siendo el único que lo había hecho.

Vaya error de Massa

Una vez se abrió el pit lane todos los automóviles pasaron por boxes, y fue ahí cuando se produjo el otro momento de la carrera. Felipe Massa, líder, arrancaba con la manguera aún enganchada, con lo que no pudo salir a pista hasta que volvieron a llegar los mecánicos para extraerla. No se puede reprochar nada al piloto brasileño, pues el semáforo, sistema que usa su escudería para indicar la salida, se había puesto en verde. Un error tan atípico como garrafal en un equipo como Ferrari; un error que puede costar el campeonato. Obviamente, Massa se reincorporó en el último lugar.

Cuando el coche de seguridad se retiró, Alonso marchaba en quinta posición, pero por detrás de Rosberg y Kubica, que habían sido sancionados con un drive-through por repostar con el pit lane cerrado, y de Trulli y Fisichella, quienes aún debían realizar su parada. Se empezaban a crear ciertas esperanzas en torno a la victoria por primera vez en toda la temporada.

Cinco vueltas después, realizados ya los castigos y las paradas obligatorias, Fernando Alonso rodaba en cabeza. No era un líder virtural, sino un líder real, y resultaba hasta bonito. Por detrás del asturiano marchaban Rosberg, Coulthard y un Hamilton que venía como una bala. Esa parecía la mayor amenaza.. Pero el de Renault no se amedrentó, sino que tiró aún con más fuerza, y puso tierra de por medio con sus perseguidores. Estaba rodando con mejores tiempos que los McLaren y que el Ferrari que quedaba en pista. Brillante.

Ese arreón permitió a Alonso realizar el segundo repostaje con mayor tranquilidad, y regresar del mismo en la cabeza de la carrera. Todo estaba a favor, nadie podía quitarle esa victoria. O sí.

Incertidumbre final, Alonso solventa

A falta de 10 vueltas para el final, Jarno Trulli se estampaba debajo del puente, y obligaba de nuevo a la entrada del Safety Car. Toda la ventaja que había logrado Alonso con Rosberg y Hamilton se borraba de un plumazo, y estaba claro que los dos iba a atacar agresivamente para llevarse la victoria.

Pero nada más lejos de la realidad. Alonso salió genial en cuanto se retiró el coche de seguridad, demostrando lo bien que funcionaba el Renault en este circuito (perfecto todo el fin de semana excepto ayer) y volvió a colocar una solvente distancia a sus dos perseguidores, que se enzarzaron en una disputa por los ocho puntos. Sin embargo, el británico prefirió no arriesgar demasiado, visto que Massa no iba a lograr puntos, y el alemán logró plácidamente la segunda plaza. Entretanto, Raikkonen sufría un accidente y, por cuarta carrera consecutiva, se quedaba con un cero. Fatal Ferrari en Singapur.

Por delante, Fernando Alonso, que hasta se permitió el lujo de reducir velocidad en las últimas vueltas, lograba una nueva victoria que añadir en su palmarés, la primera de la temporada, y la primera de Renault desde 2006. El asturiano, que no cabía en sí, estalló en júbilo nada más cruzar la meta. En el podio, eso sí, emoción contenida, que la procesión va por dentro. Sólo él sabe lo difícil que ha resultado esta victoria, y lo mucho que se ha luchado, y sufrido, para ella.

Cómo echábamos de menos verlo arriba en el podio, ver su ya clásico "toma" encima del monoplaza, verle celebrando la victoria haciendo el "pío-pío" con las manos dedicado a "su" Raquel. Cómo echábamos de menos verle en la rueda de prensa, en el centro de la mesa, y hablando en español. Cómo echábamos de menos al verdadero Fernando Alonso, al vencedor; hoy, aunque haya sido fugazmente, ha vuelto. Gracias.