Malaisia fue el país escogido por Fernando Alonso para sorprender al mundo. Sepang fue el asfalto donde el piloto asturiano, de sólo 22 años, consiguió su primera pole position y, un día después, su primer podio al acabar en tercer lugar, una carrera ganada por Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), el piloto llamado a convertirse en su gran rival en el pulso por heredar la leyenda de Michael Schumacher, y en la que Rubens Barrichello (Ferrari) acabó segundo.

Y es en Malaisia donde, a partir de ayer, Alonso quiere sorprender a los Ferrari de Schumi y Rubinho en su intento de ser el gran rival de los bólidos del barón rojo, visto el discreto papel protagonizado por los Williams-BMW y los McLaren-Mercedes en el debut de hace 15 días en Melbourne (Australia). Los resultados de momento son grises: octavo en los primeros entrenamientos.

"Sepang es un circuito que me gusta, cierto, y en el que tradicionalmente nuestros neumáticos Michelin se han comportado mejor que los Bridgestone de nuestros rivales, pero este año todo es nuevo y nadie sabe cómo van a responder los motores y las gomas en estas condiciones extremas", comenta Alonso.

Lluvia de peticiones

Todos creen que tanto Williams como McLaren deben mejorar en Malaisia. "Nuestro problema en Melbourne", reconoció el jueves el catalán Marc Gené, piloto probador de Williams, "se produjo fundamentalmente en la salida, pues el mejor giro por vuelta de Juan Pablo (Montoya) fue casi idéntico al de Fernando". "Me cuesta creer que repitamos la actuación de Australia", dijo ayer Ron Dennis, superjefe de McLaren.

Pese a todo, en Malaisia todo el mundo confia en Alonso. Y lo hace aún a sabiendas de que las diferencias entre Ferrari y Renault siguen siendo enormes, abismales. No sólo en medios técnicos sino también en equipo humano y, por descontado, en presupuesto. "Ferrari", explica el catalán Joan Villadelprat, exjefe de mecánicos de Schumi en Benetton y Ferrari, "tiene un presupuesto ilimitado. Es más, donde no llegan ellos o sus patrocinadores llega la FIA o la propia organización del Mundial, ya que nadie cobra tanto dinero por derechos de TV como la scudería ".Pero no todo es dinero en esta vida, ni siquiera en la F-1. Ferrari posee, contrariamente a Renault, cuyo nuevo equipo posee sólo tres años de existencia, una tradición brutal. El francés Jean Todt ha construido un equipo casi invencible desde que, en 1996, pudo reclutar lo mejor de Benetton y, cómo no, completar la guinda de su tarta con el fichaje de Schumacher. "Renault, por contra", explica Villadelprat,

"Renault, por contra", "ha terminado en manos de Flavio Briatore, que acapara ya todo el poder".Sólo las manos, la picardía, la habilidad y el arrojo de Alonso pueden proporcionarle a Renault la posibilidad de sorprender a los poderosos. "Fernando pilota por encima de las prestaciones, de las posibilidades, de su monoplaza, por eso es ya uno de los grandes del Mundial", explica Villadelprat, que considera vital el papel de los neumáticos en el Mundial que acaba de empezar. "Invirtiendo decenas de millones de euros en aerodinámica y en el motor --dice--

"Fernando pilota por encima de las prestaciones, de las posibilidades, de su monoplaza, por eso es ya uno de los grandes del Mundial", "Invirtiendo decenas de millones de euros en aerodinámica y en el motor logras arrancar medio segundo al tiempo del año pasado. Los neumáticos sólo ya te dan un segundo o un segundo y medio a favor".