El español Fernando Torres, el hombre talismán de Rafael Benítez, puso ayer Anfield patas arriba al firmar tres goles ante el Middlesbrough (3-2) que empujaron al Liverpool a la cuarta posición, en una jornada sombría para el Arsenal de Cesc, que perdió al brasileño Eduardo con fractura de pierna y tan sólo arañó un empate ante el Birmingham City.

Pese al feliz desenlace, el arranque de los ´reds´ distó mucho del once que se vio la pasada semana ante el Inter de Milán. El Liverpool se mostró incómodo en la defensa, donde echó de menos a Jamie Carragher, y, de nuevo, tuvo que llegar Torres para recomponer la plantilla.

El encuentro en Anfield comenzó con un susto y encajaron un tanto a los 7 minutos de juego, con un remate de cabeza del delantero turco Tuncay Sanli.

No fue un inicio prometedor para un Liverpool a cuyo rescate salió, otra vez, su hombre talismán. Un derechazo de Torres en el minuto 28 bastó para tranquilizar a las gradas y para azuzar a la plantilla.

Aún en éxtasis, tan sólo sesenta segundos más tarde, otra jugada mágica del ex jugador atlético acabó en gol. La cosa no quedó ahí. Torres aprovechó un centro del holandés Dirk Kuyt desde la derecha para rubricar el ´hat trick´.