Hay vida más allá de la FIA. Es la amenaza que equipos y pilotos de F-1 han colocado sobre los hombres de Max Mosley, el septuagenario presidente que se niega a ceder ni un solo palmo en su intento de limitar el presupuesto a 45 millones de euros por escudería. Y para confirmarlo, para escenificarlo, Luca Cordero di Montezemolo, el presidente de Ferrari, acudirá el próximo fin de semana al legendario circuito de la Sarthe para dar el banderazo de salida a Las 24 horas de Le Mans, una mítica competición alejada del paraguas de la FIA a la que también acudirá Fernando Alonso.

MAS AMENAZAS "Estamos preparados para cualquier situación", avisa Stefano Domenicalli, director de Ferrari. Barajan varios escenarios, desde involucrarse en la Indy Cart norteamericana (EEUU es su principal mercado), a centrarse en Le Mans, o --y esta es la que cobra más fuerza-- organizar un campeonato donde ocho de los actuales equipos --Williams y Force India ya se han desmarcado en favor de la FIA-- compitan al estilo NBA, donde ellos establezcan el reglamento, el calendario, los escenarios, manejen y se repartan los ingresos por publicidad y derechos de televisión, en trazados como Kyalami, Adelaida, Silverstone, Jerez, Zolder, Estoril, Imola, Montreal, Indianápolis y Magny-Cours. A la amenaza visual de Montezemolo, se añadió la verbal de Flavio Briatore: "Podríamos tener tres coches por equipo. Es más interesante tres monoplazas de Ferrari, Renault o BMW que dos de esos equipos de F-3 con los que quieren hacer la nueva F-1".

Felipe Massa, Nick Heidfeld, Sebastian Vettel y Fernando Alonso han sido los primeros pilotos en anunciar que conducirán en el Mundial donde "esté Ferrari, donde estén los grandes, la tecnología", explica el brasileño. ¿Es una alternativa madurada o solo un farol para presionar a la FIA? "Es una alternativa --advierte Alonso--. Los equipos han hecho el máximo, se han inscrito en el campeonato. No se puede pasar de 500 millones de euros a 45 millones en un solo año. Eso es imposible".

Uno de los problemas más serios es qué ocurrirá con los derechos de televisión firmados. Los propietarios actuales de los derechos en cada país se han puesto a revisar los contratos con la FOM. "No hay ninguna cláusula referida a la posibilidad de que Ferrari u otro equipo no estén en el Mundial", explica una fuente de Mediapro. "Pero los contratos están firmados en Londres y en la ley inglesa se contempla la posibilidad de no pagar por un bien el precio acordado si ese bien ha perdido el valor por el que se cerró el acuerdo". Y por ahí sí hay una vía para dejar la FIA y la FOM sin penalización.

Mosley confía en sus cartas, en la del Pacto de la Concordia que Ferrari ha firmado hasta 2012. Pero en Maranello han realizado una inscripción condicionada a la reducción progresiva del tope presupuestario. Ahora es la FIA la que tiene que aceptar sus condiciones o cargar con la responsabilidad de dejarle fuera.